Como cristianos, el mejor ejemplo de paternidad que tenemos es Dios. Cada día Él nos demuestra qué significa ser un buen padre porque nos cuida, protege y está disponible para nosotros.
Cuando leemos la Biblia encontramos que Jesús fue quien nos mostró una imagen más cercana y paternal de Dios. Todo el tiempo, Él se refirió a Dios como Su Padre; y nos dejó claro que esa es la forma como debemos verlo.
En la Biblia hay otros ejemplos de cómo la buena paternidad influye el porvenir de toda una generación. A continuación tenemos versículos e historias bíblicas que nos hablan sobre el tema.
¿Cómo ser un buen padre?
1. Aprende a escuchar
Ustedes, los que son padres, si sus hijos les piden un pedazo de pan, ¿acaso les dan una piedra en su lugar? O si les piden un pescado, ¿les dan una serpiente? ¡Claro que no! Así que si ustedes, gente pecadora, saben dar buenos regalos a sus hijos, cuánto más su Padre celestial dará buenos regalos a quienes le pidan.
Mateo 7:9–11 (NTV)
Dios nos da la confianza de acercarnos a Él en oración para contarle nuestros problemas, pedirle ayuda y encontrar consuelo.
De igual manera, un buen padre brinda espacio para que sus hijos se acerquen a él con confianza y le cuenten sus intimidades. Un papá ejemplar sabe escuchar a sus hijos y no les reprocha ni critica, sino que aconseja con amor y deja que sus hijos se expresen.
2. Disciplina con amor
Querido jovencito,
Proverbios 3:11-12 (TLA)
no rechaces la instrucción de Dios
ni te enojes cuando te reprenda.
Porque Dios corrige a quienes ama,
como corrige un padre a sus hijos.
Algunos padres piensan que sus hijos los amarán más si es que les dejan hacer lo que quieren y nunca les disciplinan. Sin embargo, la Biblia nos dice claramente que amar significa corregir.
Dios nos corrige porque quiere lo mejor para nosotros y nos ama. Si bien tenemos libertad, Dios nos disciplina porque quiere evitarnos heridas y experiencias dolorosas. Él quiere nuestro bienestar y por eso nos corrige cuando estamos mal.
De la misma manera, un buen padre disciplina a sus hijos y les ayuda a volver al camino cuando están perdidos.
3. Perdona y conoce a tus hijos
El padre le contestó: “¡Pero hijo! Tú siempre estás conmigo, y todo lo que tengo es tuyo. ¡Cómo no íbamos a hacer una fiesta y alegrarnos por el regreso de tu hermano! Es como si hubiera muerto, pero ha vuelto a vivir; como si se hubiera perdido, pero lo hemos encontrado.”
Lucas 15:31-32 (TLA)
La famosa parábola El hijo pródigo nos muestra a dos hijos: uno rebelde y otro obediente. El padre conocía a sus hijos y decidió actuar según el carácter de cada uno. Este papá en la historia también perdonó a su hijo rebelde.
La parábola nos muestra que un buen padre perdona a sus hijos y los conoce. Les perdona y recompensa según sus hechos; pero lo hace porque tiene una relación cercana con ellos.
4. Provee para sus necesidades
Si Dios hace tan hermosas a las flores, que viven tan poco tiempo, ¿acaso no hará más por ustedes? ¡Veo que todavía no han aprendido a confiar en Dios!
Mateo 6:30-35 (TLA)
Ya no se preocupen por lo que van a comer, o lo que van a beber, o por la ropa que se van a poner. Sólo los que no conocen a Dios se preocupan por eso. Ustedes tienen como padre a Dios que está en el cielo, y él sabe lo que ustedes necesitan.
Lo más importante es que reconozcan a Dios como único rey, y que hagan lo que él les pide. Dios les dará a su tiempo todo lo que necesiten. Así que no se preocupen por lo que pasará mañana. Ya tendrán tiempo para eso. Recuerden que ya tenemos bastante con los problemas de cada día.
Dios es proveedor, no solo de cosas materiales, sino también de lo espiritual y emocional. Y un buen padre también lo es.
La Biblia dice que quien no cuida de su familia es peor que quien nunca ha creído en Dios (1 Timoteo 5:8). Y es que ser padre es una responsabilidad y un deber. Tener hijos es fácil, pero la labor no termina en la procreación, sino en la formación y mantención del niño.
Proveer para el hijo no implica solo dar dinero y hacerle pasear de vez en cuando, sino estar presente en su educación espiritual y emocional.
5. Enseña con el ejemplo
Apréndete de memoria todas las enseñanzas que hoy te he dado, y repítelas a tus hijos a todas horas y en todo lugar: cuando estés en tu casa o en el camino, y cuando te levantes o cuando te acuestes.
Deuteronomio 6:6-7 (TLA)
Los hijos aprenden más del ejemplo de sus padres que de sus palabras. Por ejemplo, de nada nos valdría saber del amor de Dios si es que Jesús no hubiese dado Su vida por nosotros. Tenemos la certeza de que nos ama porque nos lo demuestra. Así también, un buen padre enseña con su ejemplo porque eso es lo que marca la vida de sus hijos.
6. Educa a tus hijos
Dirige a tus hijos por el camino correcto, y cuando sean mayores, no lo abandonarán.
Proverbios 22:6 (NTV)
Para ser un buen padre debes educar a tus hijos. Esto quiere decir que debes involucrarte en sus vidas y estar al pendiente de su aprendizaje, ya sea en la escuela, en la vida espiritual, en los modales, etc.
La educación es integral y un buen papá se preocupa por dar la mejor enseñanza a sus hijos.
7. Desarrolla una buena relación con la madre de tus hijos
Los esposos deben amar a sus esposas, así como Cristo amó a la iglesia y dio su vida por ella.
Efesios 5:25 (TLA)
Ser un buen padre también tiene que ver con el trato a la madre. No puedes ser un papá ejemplar si no tratas a la mamá de tus hijos con amor y respeto. Si hablas mal de ella, la menosprecias o tratas como si fuera inferior, estás quitándole la autoridad que tiene en la familia.
Incluso si no están juntos, deben lidiar con sus diferencias y trabajar en equipo para dar lo mejor para sus hijos.
8. Sirve a Dios
[…] Pero mi familia y yo hemos decidido dedicar nuestra vida a nuestro Dios.
Josué 24:15 (TLA)
El padre es la cabeza del hogar, y si la cabeza no sigue a Jesús, entonces el cuerpo tampoco lo hará. Si quieres que tus hijos se conduzcan por el camino del bien, tu relación con Jesús debe ser tu prioridad. Ellos verán que eres fuerte en la fe e imitarán tu ejemplo.
9. Ten un buen testimonio
La única carta de recomendación que necesitamos son ustedes mismos. Sus vidas son una carta escrita en nuestro corazón; todos pueden leerla y reconocer el buen trabajo que hicimos entre ustedes. Es evidente que son una carta de Cristo que muestra el resultado de nuestro ministerio entre ustedes. Esta «carta» no está escrita con pluma y tinta, sino con el Espíritu del Dios viviente. No está tallada en tablas de piedra, sino en corazones humanos.
2 Corintios 3:2-3 (NTV)
Tu comportamiento debe ser intachable, tanto en casa como afuera. La Biblia dice que somos cartas abiertas disponibles para que todos las lean; y si quieres que tus hijos sigan tu buen ejemplo, tus acciones deben ir acorde a tus palabras.
10. Ora por tus hijos
Luego David alabó al Señor en presencia de toda la asamblea:
1 Crónicas 29:10, 19 (NTV)
«¡Oh Señor, Dios de nuestro antepasado Israel, que seas alabado por siempre y para siempre! […] Dale a mi hijo Salomón el deseo de obedecer de todo corazón tus mandatos, leyes y decretos, y de hacer todo lo necesario para edificar este templo, para el cual he hecho estos preparativos».
Cuando el rey David estaba en sus últimos años de vida y dejó su reino a su hijo Salomón, oró por él para que todo le fuera bien. David no iba a estar más en la vida de su hijo y por eso le pidió a Dios por él.
Orar por tu hijo es lo mejor que puedes hacer, ya que incluso si eres un buen padre ejemplar, hay situaciones que no puedes controlar. Pero Dios sí. Por eso es vital que ores todos los días por tus hijos. Además, ese ejemplo les enseñará a tus hijos que la oración debe ser parte de sus vidas.
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