En el documento, los padres expresan su “respaldo total” a la decisión del Ministerio de Educación de mantener la exigencia del uso del uniforme institucional conforme al sexo biológico de cada estudiante, varón o mujer.
El pronunciamiento hace referencia a la situación de un estudiante que, siendo varón, pretendió presentarse con pollera como parte de un proyecto escolar. Las federaciones recordaron que “todos los alumnos deben respeto y obediencia a las normas de vestimenta establecidas por la institución”, y que la igualdad consiste en aplicar las mismas reglas a todos los miembros de la comunidad educativa, sin excepciones ni privilegios.
Los padres advierten que ceder ante este tipo de casos “normalizaría ideas que las familias no aprueban y que interfieren con el desarrollo armónico e integral de los hijos”. Enfatizan que, así como cada persona puede decidir cómo vestirse en su ámbito privado, debe respetar los códigos de vestimenta escolares, los cuales —según el comunicado— “no pueden interpretarse como discriminatorios, pues rigen por igual para todos los alumnos”.
El texto también cuestiona lo que consideran un intento de grupos y organizaciones pro-LGBT de “convertir controversias particulares en causas políticas”. Denuncian que tales acciones buscan “ganar notoriedad e influir negativamente en la formación de niños y adolescentes”.
Finalmente, las federaciones y el movimiento nacional manifestaron su apoyo al ministro de Educación, Luis Fernando Ramírez, y le instaron a “mantenerse firme en su decisión por el bien de los niños y adolescentes del país”.














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