El análisis por bloques geográficos evidenció un marcado predominio del continente americano, que concentró el 76,79% del total exportado, equivalente a USD 559 millones, sostenido principalmente por la fuerte demanda de los países vecinos. Europa se ubicó en el segundo lugar, con compras por USD 82 millones (11,35%), mientras que Asia ocupó la tercera posición, con importaciones por USD 81 millones (11,16%), ratificando su importancia como mercado estratégico en crecimiento.
En menor proporción, África y Oceanía también formaron parte del mapa exportador paraguayo. El continente africano registró importaciones por alrededor de USD 3 millones, mientras que Oceanía alcanzó un volumen cercano a USD 1 millón, lo que, si bien representa una baja participación en términos relativos, evidencia la apertura y presencia de productos paraguayos en mercados cada vez más diversos.
Por países de destino, Brasil se consolidó como el principal comprador de productos paraguayos, con adquisiciones que totalizaron USD 207 millones en noviembre. Le siguieron Argentina, con importaciones por USD 139 millones, y Chile, con USD 100 millones, consolidándose estos tres mercados como los pilares del comercio regional. En tanto, Estados Unidos mostró un desempeño sólido al importar productos por USD 66 millones, ubicándose como el principal destino extra regional de las exportaciones certificadas.
En el mercado asiático, Taiwán se destacó con compras por más de USD 17 millones, seguido de Rusia, con importaciones por USD 16 millones, confirmando el interés creciente de estos países por los productos paraguayos. Asimismo, mercados como Turquía, Bangladesh, Uruguay y Arabia Saudita registraron adquisiciones cercanas a USD 13 millones cada uno, lo que evidencia una estrategia de diversificación comercial que comienza a dar resultados concretos, especialmente hacia Medio Oriente, Asia y el Cono Sur.
Desde el sector exportador, se destaca que el sostenido uso del certificado de origen fortalece la competitividad de los productos paraguayos, al facilitar el acceso a preferencias arancelarias y consolidar la confianza de los mercados internacionales. Este escenario permite proyectar un 2025 con perspectivas favorables para el comercio exterior, en un contexto de creciente demanda y expansión de destinos para la producción nacional.














Dejá tu comentario