Celebrar la Semana Santa como si fuese fiesta no es algo que surge de la Biblia. Es cierto que tradicionalmente para muchos, al ser tiempo feriado donde dan vacaciones, solo es tiempo de ir a la playa: tiempo de relajación y ocio. Pero no es así para los creyentes.
Debido a los hechos acontecidos, lo que celebramos en Semana Santa es el domingo de resurrección, porque en el recuento de la Biblia, celebramos el triunfo de nuestro Dios sobre la muerte. Al resucitar, Jesús nos deja ver que tenemos la esperanza de vida después de la muerte. Esa es la esperanza que predicamos.
Con el paso de los años ha cambiado mucho la manera en la que celebramos la Semana Santa en nuestros países latinos y en el mundo. Pero celebrar el domingo de resurrección con la iglesia, nuestros hermanos en Cristo y la solidaridad de nuestra comunidad, nos nutre. Nos recuerda la importancia del sacrificio, la resiliencia y la capacidad para superar dificultades y encontrar esperanza.
También nos puede ayudar a encontrar un sentido de propósito y significado en nuestras vidas, al recordar que incluso en los momentos más difíciles hay oportunidades para el crecimiento y la renovación. La Biblia nos lo deja ver claramente en todas sus historias.