En una primera parte que rozó la perfección, el equipo de Fabián Bustos mostró su mejor cara en mucho tiempo: ordenado, agresivo, con conexiones limpias y profundidad ofensiva.
Así logró ponerse en ventaja con un gol de Lisandro López tras un cabezazo previo de Benedetto que dio en el palo. Luego, Iván Leguizamón, el más desequilibrante de la noche, firmó el segundo con un tremendo remate al ángulo tras una excelente acción colectiva.
Todo parecía encaminado para una noche soñada. Sin embargo, la historia cambió abruptamente en el segundo tiempo. Apenas comenzado el complemento, un error en la salida permitió el descuento de Leo Fernández. Cinco minutos después, otra falla defensiva y Maximiliano Olivera, exfranjeado, igualó el marcador de cabeza.
La lesión de Leguizamón afectó aún más el ánimo de un Olimpia que ya no tuvo reacción. Sin alma, sin ideas y con una defensa endeble, el equipo paraguayo fue perdiendo presencia en el campo. Y en el tramo final, el ingresado Eric Remedi selló el resultado con un golazo desde fuera del área, sepultando las aspiraciones del Decano.
Olimpia volvió a fracasar en el plano internacional, cerrando una de sus campañas más decepcionantes en la Copa Libertadores. Sin respuestas futbolísticas ni mentales, el equipo paraguayo quedó eliminado sin siquiera pelear por un consuelo menor.