Desde la invasión de las fuerzas militares rusas a territorio ucraniano, los países que integran la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) decidieron que había que aplicarle sanciones severas a Rusia. Una de ellas es debilitar la economía de ese país para complicar los costos de los ataques bélicos contra Kiev, capital de Ucrania.
Una vez iniciado la guerra entre Rusia y Ucrania, el primer ministro del Reino Unido, Boris Johnson, no dudo en comenzar a cancelar varios contratos con empresas rusas. El Manchester United y el Everton finalizaron los vínculos que tenían con los patrocinadores de ese país. Roman Abramovich, dueño del Chelsea desde el 2003, tuvo que poner en venta el club londinense por esta situación.
La Premier League, una de las más poderosas y la que mejor vende los derechos de imagen en todo el mundo, canceló el vínculo con Rambler TV que significaba el ingreso de unos seis millones de libras esterlinas para transmitir los partidos cada fin de semana. A su vez, los clubes se pusieron de acuerdo para donar £1.000.000 a Ucrania. «La Premier condena enérgicamente la invasión rusa. El millón de libras será donado directamente al Comité de Desastres y Emergencias (DEC) para llevar ayuda humanitaria a aquello que lo necesiten», señalaron en un comunicado.
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