Reconocido por su temple, su sabiduría táctica y su don de liderazgo, Russo construyó una carrera brillante que trascendió fronteras. En Paraguay, su paso por Cerro Porteño durante la temporada 2019 dejó una marca imborrable. Al frente del Ciclón de Barrio Obrero, el técnico argentino transmitió profesionalismo, disciplina y una mentalidad ganadora que fue muy valorada por la hinchada azulgrana, pese a su breve estadía.
Formado en el fútbol argentino, Russo se destacó mucho más desde el banco de suplentes que como jugador. Dirigió a clubes emblemáticos como Boca Juniors, Vélez Sarsfield, Estudiantes de La Plata, Lanús, Rosario Central, San Lorenzo, y equipos internacionales como Millonarios de Colombia.
Su mayor consagración llegó en 2007, cuando condujo a Boca Juniors al título de la Copa Libertadores de América, con figuras como Riquelme y Palermo. En su palmarés también figuran múltiples conquistas locales: con Boca, Vélez, Estudiantes (en Segunda División), Lanús, y Rosario Central, club con el que obtuvo su último título en 2023. En el exterior, celebró dos coronas con Millonarios de Colombia.
En los últimos días, Russo había decidido continuar su tratamiento en su domicilio, alejado de los hospitales, según confirmaron medios argentinos. Su fallecimiento representa una pérdida profunda para el fútbol sudamericano. Miguel Ángel Russo deja un legado de trabajo, humildad y pasión por el juego que trascenderá generaciones.














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