El Gran Premio de Fórmula Uno de Brasil está previsto inicialmente para los días 6 y 7 de noviembre, aunque Joao Doria (Gobernador de Sao Paulo) expresó su intención de solicitar a los organizadores la posibilidad de que sea atrasado una semana.
«Nuestra propuesta fue cambiar las fechas con México y haríamos la carrera en un festivo prolongado. Eso representa una ocupación hotelera mucho mayor», explicó el mismo en una rueda de prensa.
Por su parte Jean Gorichteyn, Secretario de Salud, confirmó que aquellos que quieran ingresar al autódromo de Interlagos, deberán portar tapabocas, estar vacunados y mostrar una prueba de covid-19 con resultado negativo realizada en las 48 horas previas a la carrera, esto con el propósito de contar con la seguridad optima para la realización del evento.
La organización pondrá a la venta cerca de 60.000 entradas para la competición, que según el gobernador Joao Doria, será la tercera de la Fórmula Uno con «sprint race», el formato de la carrera sprint clasificatoria estrenado en Silverstone (Gran Bretaña) a principio de mes y que se ejecutará en Monza (Italia) en septiembre.
De esta forma el GP de Brasil volverá a ser protagonista como una de las fechas de la máxima categoría de los monoplazas, cabe recordar que el mismo no pudo albergar la temporada pasada debido al aumento de casos positivos en la región, por lo que se espera por la presencia de un buen porcentaje de aforo en el autódromo.














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