La historia de Roberto “Gatito” Fernández en Cerro Porteño y la Selección Paraguaya plantea un dilema que no pasa desapercibido. Tras llegar al Ciclón con el cartel de gran refuerzo y como flamante campeón de la Copa Libertadores con Botafogo, parecía que el arco azulgrana tenía dueño. Sin embargo, la realidad tomó otro rumbo: perdió la titularidad con la azulgrana.
En la Selección Paraguaya, el panorama es totalmente distinto. El cuerpo técnico encabezado por Gustavo Alfaro mantiene intacta su confianza en él, perfilándolo como el guardián del arco rumbo al Mundial Norteamérica 2026. Esta dualidad genera múltiples interrogantes.
¿Cómo puede un arquero ser suplente en su club y titular en su selección?
Una de las posibles respuestas está en los repetitivos errores que cometió en el arco azulgrana cuando le tocó defender los tres palos y la capacidad de respuesta en momentos clave. La falta de ritmo competitivo podría pesar, pero la balanza parece inclinarse hacia lo intangible: lo que Gatito representa en el vestuario de la Albirroja.
El técnico de Cerro Porteño, Diego Martínez, abordó la cuestión tras el triunfo ante Ameliano en Villeta. “Es un excelente profesional, un excelente arquero… pero más allá de eso, es una excelente persona”, expresó el entrenador. Y agregó: “Trabaja con humildad día a día. Estoy muy contento con la calidad de arqueros que tenemos. Hay una competencia sana y fuerte”.
El DT valoró la actitud de Fernández por no generar tensiones y mantener una energía positiva dentro del grupo. “Se merece todo lo bueno que le pasa. Ojalá pueda darle lo que se merece por todo lo que él nos da”, remató Martínez.
Pero a pesar de los elogios, el dilema persiste. ¿Puede sostenerse el nivel de un arquero sin jugar con regularidad? ¿No compromete eso su rendimiento futuro en partidos de alta exigencia?
El caso de Gatito Fernández es mucho más que una simple cuestión de alineaciones. Es un espejo que refleja los dilemas del fútbol moderno: la tensión entre el rendimiento inmediato y el recorrido histórico, entre la confianza del entrenador y la actualidad competitiva.














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