El capellán Juan Chávez, uno de los responsables de la iniciativa, confirmó que el equipo ya se encuentra en camino, ultimando los detalles logísticos para lo que será el último festival y viaje del año. “Estamos muy contentos y expectantes, preparando una gran jornada para hacer un día diferente dentro de la cárcel”, expresó.
La actividad incluirá asado comunitario al mediodía, entrega de kits de ayuda, espacios de cine móvil, momentos de acompañamiento espiritual y una jornada solidaria de peluquería, con cortes de cabello gratuitos. En esta tarea participarán tanto internos capacitados como peluqueros voluntarios de la ciudad, que se sumarán al trabajo dentro del penal.
Según explicó Chávez, el proyecto viene alcanzando a casi 3.500 personas privadas de libertad en distintas intervenciones realizadas durante el año, articulando esfuerzos con la dirección penitenciaria, organizaciones sociales y voluntarios. En cada jornada, se logra beneficiar a alrededor de 100 internos solo con el servicio de peluquería, además de las demás actividades.
El festival no está enfocado únicamente en la asistencia material. “No se trata solo de llevar comida o mercaderías, sino de estar presentes todo el día, compartir, escuchar y acompañar”, señaló el capellán. Muchos internos, recordó, no reciben visitas familiares, especialmente aquellos que provienen de otras ciudades o departamentos, lo que hace que este tipo de presencia sea especialmente significativa.
Además, la iniciativa también incluye un espacio dedicado a los agentes penitenciarios, con quienes se comparte un mensaje de reconocimiento y aliento. “Queremos dignificar también el trabajo de ellos, que es fundamental y muchas veces poco visible”, remarcó Chávez.
Durante la jornada, los voluntarios recorren los pabellones, dialogan con los líderes internos y conocen de cerca las historias y testimonios de quienes cumplen una condena. “Les explicamos que detrás de esto hay muchas personas, empresarios y donantes que colaboran, y sobre todo les recordamos que Dios no se ha olvidado de ellos”, afirmó.
Con esta nueva edición del festival, “Libre Tras las Rejas” cierra el año reafirmando su misión: llevar esperanza, dignidad y acompañamiento humano allí donde muchas veces solo hay olvido.














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