En un solo día, los capellanes comparten historias de acompañamiento a pacientes en situaciones delicadas, brindando apoyo no solo a los militares enfermos, sino también a sus seres queridos. La sensibilidad y empatía que muestran los capellanes son bien recibidas en el entorno hospitalario, donde nadie rechaza una palabra de oración.
El Hospital Militar, con sus seis pisos, se convierte en un terreno fértil para sembrar mensajes de paz y sanidad. Cinco de esos pisos albergan salas de internación, proporcionando oportunidades constantes para la interacción y el apoyo espiritual. La presencia constante de la Capellanía Evangélica Militar ha creado un ambiente donde se comparte el mensaje de paz y curación a través de la palabra.
«Es un lugar especial, una tierra muy fértil», comparte un capellán. «Estamos agradecidos a Dios por permitirnos estar aquí, compartiendo con militares y sus familias, especialmente con aquellos que están enfrentando enfermedades. La palabra de la familia militar es la buena noticia que llevamos».
La Capellanía Evangélica Militar reafirma su compromiso de ser una fuente de consuelo y esperanza en el Hospital Militar. A medida que continúan sembrando semillas de fe, paz y sanidad, su presencia sigue siendo un faro de luz en tiempos de oscuridad.
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