Filadelfia, RCC.- El afectado Ariel Guccione, vicepresidente de la Comisión de Tierras que busca la legalización de parcelas para los casadeños, es también concejal municipal que actualmente reside con toda su familia en un inmueble donde cuenta con un hospedaje que en épocas de la extinta empresa taninera Carlos Casado S.A. era llamado Casa Huesped.
Hoy día la secta Moon intenta despojar a los ocupantes a través del juzgado de primera instancia que inclusive llegó a realizar la preparatoria para juicio de desalojo.
El hecho indignó a los vecinos alegando que sería el inicio de una serie de desalojos que estaría patrocinando la secta mediante la justicia para sacarlos de sus casas y parcelas ocupadas por antiguos pobladores, situaciones que ya antes había ocurrido pero los dirigentes de la comisión de tierra frenaron con protestas y acciones judiciales.
En esta ocasión los pobladores mencionan que existen varios lugares que los Moon compraron de Puerto Casado hace 20 años y quieren supuestamente reivindicar, los sitios que estaría en la mira a ser desalojados estaría el ex Hotel Casado donde residen varias familias, la sede distrital del SNPP, la plaza donde está el mirador y la letra corpórea que identifica a la ciudad, incluso se sospecha que asentamientos de producción de pequeña ganadería estarían en la misma situación.
A consecuencia de lo ocurrido se realizó la manifestación para pedir a los jueces que no se presten a las jugadas de la secta ya que la problemática de tierra de los casadeños es una cuestión que atañe al Estado Paraguayo para dar una solución definitiva.
La secta Moon actualmente está enredada en una serie de disputas judiciales por tenencia de tierras, de las 600 mil hectáreas compradas en Casado habían sido concedidas por resolución de una jueza de Asunción unas 310 mil hectáreas a empresas offshore, también se pone en dudas la ley de donación hecha de parte de esta organización a los pobladores que hasta hoy día no fue transferida para su legalización.
En medio de los problemas judiciales que envuelve a los terratenientes después de mucho tiempo vuelven a enfrentarse con presiones judiciales hacia los lugareños que llevan décadas de lucha por la obtención de tierras que hasta hoy día no tiene una solución definitiva después de la derogación de la ley de expropiación de 52.000 hectáreas en 2005.
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