Filadelfia, RCC.- Los beneficios como la merienda, almuerzo o cena escolar se vuelven imprescindibles a esta altura del año para mantener alto el promedio de asistencia a clases. A pesar de que suene duro, muchos niños encuentran en los alimentos que reciben en la escuela, la motivación para estudiar.
Eulogio Irala, supervisor administrativo y pedagógico de la Región 4, zona 8 (Boquerón) comentó que los niños de comunidades indígenas son muy vulnerables y tienen muchas necesidades, «con esas asistencias alimentarias ellos aseguran su escolaridad», remarcó.
En la zona 8 del sector Ayoreo (distritos de Filadelfia y Loma Plata) se encuentran matriculados 230 alumnos, pero existe un grupo de estudiantes que no puede hasta la fecha ser matriculado, por no poseer cédula de identidad o siquiera un certificado de nacimiento.
Sobre la lucha contra la deserción escolar, Irala dijo: «es prácticamente una lucha de todos los años, pero siempre buscamos nuevas estrategias para seguir mejorando esa situación, este año con el almuerzo escolar se mantuvo a los alumnos por más tiempo, gracias a la Municipalidad de Filadelfia».
Por otro lado, otra de las cuestiones que dificulta la gestión de la Supervisión es que no disponen de un móvil propio para los controles y monitoreos constantes que el Ministerio de Educación requiere. Únicamente aprovechan la predisposición de otras instituciones públicas para el trabajo de campo.
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