El Chaco paraguayo se consolida cada vez más como un polo estratégico de desarrollo económico y ambiental para el país. La región occidental, históricamente reconocida por su aporte en materia agropecuaria, hoy se posiciona como un territorio clave para la producción de alimentos sostenibles, alcanzando mercados internacionales y respondiendo a estándares cada vez más exigentes.
En declaraciones recientes, el ministro del Ambiente y Desarrollo Sostenible (MADES), Rolando de Barros, señaló que Paraguay ha sabido aplicar legislaciones modernas y estrictas, en línea con compromisos internacionales, lo que fortalece la credibilidad del país en materia de sostenibilidad. “Lo que mejor hace Paraguay es producir alimentos sostenibles para el mundo”, afirmó, resaltando que este esfuerzo es reconocido dentro y fuera de las fronteras nacionales.
De Barros explicó que el Estado está invirtiendo en tecnologías de última generación que permiten un control más riguroso del medio ambiente en el Chaco. Entre estas herramientas, mencionó los sistemas que permiten detectar rápidamente el origen de incendios forestales y dimensionar el impacto ambiental de cada evento, así como la implementación de redes de cámaras destinadas al monitoreo de la biodiversidad, con el objetivo de preservar especies y ecosistemas estratégicos.
Al mismo tiempo, el ministro enfatizó que se aplican sanciones severas a quienes incumplen las normativas ambientales, aunque aclaró que los avances superan ampliamente las dificultades. “Si ponemos en la balanza, el Chaco es un ejemplo de desarrollo sostenible a nivel nacional e internacional”, aseguró, reafirmando que la apuesta del Gobierno es mantener este modelo y expandirlo como política de Estado.
El Chaco no solo abastece al Paraguay con materias primas y alimentos, sino que también se proyecta como un referente regional en producción responsable, gracias a la integración de innovación tecnológica, fortalecimiento institucional y compromiso de los sectores productivos.
Para el MADES, este proceso refleja la visión de un país que entiende al desarrollo y la sostenibilidad como ejes inseparables. “Nuestro desafío es fortalecer un Chaco que crezca respetando al ambiente, aplicando tecnología de punta y construyendo un modelo que sea ejemplo para la región”, concluyó De Barros.
