Durante su intervención, la alta funcionaria estatal destacó los beneficios económicos del corredor, que significará una reducción de hasta el 66% en los tiempos logísticos, y casi un 20% en los costos operativos. “Pero más allá de las cifras, lo más importante es que estamos ante una obra disruptiva, un antes y un después para la integración regional de Latinoamérica”, agregó.
Igualmente, dijo que ni siquiera podemos dimensionar por completo el impacto transformador que tendrá esta obra de integración para la región. “Como siempre digo, para el caso de Paraguay, el desarrollo de nuestro país va a venir de la mano del Chaco paraguayo, esa tierra prometida llena de enorme potencial y grandes oportunidades. Y esta obra del Corredor Bioceánico será el gran detonante del crecimiento y la integración de nuestros países”, aseveró.
La ministra también afirmó que hoy más que nunca, al más alto nivel, hay una firme voluntad política de nuestros mandatarios de impulsar este proyecto en el menor tiempo posible, sin escatimar recursos ni esfuerzos. “Porque este Corredor se ha convertido en una obra emblemática, una muestra de las políticas públicas de infraestructura de largo plazo, que trascienden los gobiernos”, añadió.
Sobre los próximos desafíos, consideró que, construida la infraestructura física, ahora viene el reto de la convergencia normativa, de trabajar en conjunto para establecer los estándares y reglas que permitan el funcionamiento eficiente de este Corredor.
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