De esta manera, cada vez falta menos para la unión del vano central de la estructura que unirá a la Capital del país con el Chaco paraguayo y ofrecerá comodidades únicas como los 4 carriles, bicisenda y vereda.
Este puente no solo es un punto de inflexión histórico para la conectividad, también marca un hito en la ingeniería paraguaya por lo desafiante de su dimensión y complejidad.
Cabe recordar que, durante la primera semana de febrero, la estructura alcanzó su máxima altura de 130 metros con el pilón lado occidental. Posteriormente, ocurrió lo mismo del lado de la Costanera Sur, quedando igual cantidad de espacio para unir el vano central.
Es la primera vez que empresas paraguayas, con el asesoramiento de expertos internacionales en el rubro, dejarán su legado plasmado en este nuevo ícono que cambiará el concepto de la conectividad para unir al Paraguay con el mundo.
Los trabajos prosiguen sin interrupciones en sus diferentes frentes. Además del puente atirantado de más de 604 metros sobre el río Paraguay, también se construyen accesos y viaductos, totalizando más 7 km vías desde la Costanera Norte hasta la ruta Remanso – Falcón, en Chaco’i.
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