Filadelfia, RCC.- Adeline Friesen, encargada del laboratorio desde hace 17 años comentó que este año es similar al fenómeno que ocurrió en 2009 con mucha sequía, los trabajos también por ende aumentaron en cuanto a análisis de la calidad del agua de pozos someros y tajamares, las personas buscan con esmero agua que sea consumible.
Friesen explicó que el Chaco cuenta con diversas fuentes de agua a lo largo del territorio, mientras más profundo se excave (120 metros) el agua es más dulce, mientras que el líquido más superficial es el más salado, algunas inclusive presentan entre 1.000 y 2.000 de salinidad que para el consumo humano es contraproducente, inclusive hay zonas con 10.000 de sal.
«En la zona del desvío de la ruta Bioceánica recibimos muestras de tajamares que sobrepasaron la salinidad de 16.000 de conductividad, eso es muy raro porque acá en la zona un tajamar tiene solo 200 o 300 de sal», dijo.
La profesional en bioquímica mencionó que en líneas generales el agua de tajamar en el Chaco puede ser de consumo humano pero si se efectúa correctamente la potabilización del líquido con algunos productos y procesamientos.
Mencionó que una de las zonas más afectadas por la salinidad es Laguna Porã, donde hasta para la producción ganadera es contraproducente, «pozos tampoco pueden hacer porque está todo salinizado, es un doble efecto porque el año pasado con la inundación la sal subió y ahora inmediatamente con la sequía empeora debido a la evaporación», explicó.
Friesen destacó la gran cantidad de muestras que reciben diariamente, ya que se está buscando constantemente mediante pozos someros agua que se adapte para la producción ganadera y sobre todo para el consumo humano. Hasta el momento han recibido cerca de 1.500 muestras y en este año probablemente puedan llegar a recibir cerca de 3.000, sería un récord.
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