Filadelfia, RCC.- El directivo de la Asociación Rural del Paraguay (ARP), Pedro Galli, sostuvo que el sector ganadero considera necesaria la implementación de una política nacional de la carne que apunte a obtener mejores mercados de exportación y al mismo tiempo beneficie al consumidor local.
El representante de la ARP señaló que a pesar del estancamiento de pedidos experimentado en el último mes, las exportaciones de carne bovina están recuperando su ritmo y mantendrán el volumen, aunque no necesariamente los mercados a los que se venía enviando.
«El consumo mundial de la carne no va a bajar, lo que sí se modifica son los canales de comercialización, que se cerraron completamente en Europa y Chile. Eso puede variar pero el volumen prácticamente no va a variar», resaltó.
En ese sentido señaló que es necesario «buscar alternativas que mejoren nuestra posición en el mercado internacional con una política nacional de carne», considerando que Paraguay tiene 70 mercados abiertos a la exportación pero solamente cuatro son los principales.
Indicó que la apertura de los mercados de China Continental o Estados Unidos serían claves para uno de los principales commodities del país. Añadió que Estados Unidos también es otra alternativa importante ya que si se habilita ese mercado se podrá ingresar a otros como Canadá, Corea y Japón.
Esta política de la carne también impactaría positivamente en el mercado interno y los precios para el consumidor final, obteniéndose un ordenamiento claro en toda la cadena de comercialización.
«Nosotros tuvimos una caída brusca del 30% en todo el animal y todos los cortes y habíamos revisado los precios que ofrecen los frigoríficos a los supermercados y los precios en góndolas y no había una relación», refirió.
Afirmó que con esta situación el paraguayo observó que los precios tuvieron una caída impresionante, sobre todo desde el inicio de la cuarentena, pero que eso no se observaba en el precio al público. Ejemplificó que el corte de puchero en la lista de frigoríficos estaba en 10.000 guaraníes y en la góndola del supermercado estaba a 15.000 guaraníes.
En este sentido Galli dijo que existe un conflicto entre la industria y el productor al que ahora se sumó el consumidor, por lo que se inició un debate público. «Esos son análisis que deben explicar cada uno de los componentes de la cadena de valor por un lado los frigoríficos y por otro los intermediarios», concluyó el empresario.