El mantenimiento de la PY-16, que abarca entre 220 y 240 kilómetros, junto con 300 kilómetros adicionales de ramales, es un desafío constante para la Asociación Arachaco. Durante una entrevista con RCC Radio, Carlos Portillo explicó que el mantenimiento de estos caminos se financia únicamente con el cobro de peajes, cuyos valores no han sido ajustados en 15 años, a pesar del aumento en costos operativos.
La situación se agrava en épocas de lluvia, cuando los caminos se vuelven intransitables y los trabajos de mantenimiento deben ser suspendidos, afectando también la recaudación. Arachaco recibe apoyo del Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC), que cedió maquinaria y operadores, pero los costos de operación corren por cuenta de la asociación.
Además, la Gobernación de Alto Paraguay y la Asociación Agropecuaria Aguadulce han brindado asistencia con equipamientos y recursos adicionales. Sin embargo, Portillo advirtió que la inversión estatal sigue siendo insuficiente para garantizar una infraestructura vial adecuada en la región.
«La única forma de mantener las rutas es con el esfuerzo de las comunidades y productores. Sin estos aportes, la conectividad en Alto Paraguay estaría aún más comprometida«, concluyó el presidente de Arachaco.