Filadelfia, RCC.- La supervisión educativa a su cargo cuenta con 44 instituciones educativas en su mayoría escuelas indígenas de Campo Loa, Santa Teresita, Pedro P. Peña, San Jose Esteros, Casanillo y otros más. Con la situación de la pandemia tuvieron que implementar un sistema de trabajo acorde a su realidad, donde se impusieron las fotocopias.
«En las comunidades indígenas no es posible la educación virtual, entonces, cada comunidad optó por lo que hay dentro de la comunidad y lo que se pueda hacer, el 90% de las instituciones están trabajando con material impreso, en algunos casos los docentes están planificando porque no llega la educación virtual allí, no tienen cobertura telefónica, en otras no tienen ni energía eléctrica, entonces los docentes armaron su propia estrategia educativa», explicó.
Actualmente los docentes y directores financian con sus recursos propios la compra de resma, tóner y demás gastos extras para que los materiales educativos lleguen a los niños.
Rodríguez reconoció que quizás la calidad educativa se vea mermada en gran medida, debido a que la estrategia que utilizan no se compara con la educación presencial en clases, «los docentes son los que están en primera línea y están cumpliendo en gran medida con lo que estipula el MEC de no parar la educación y seguir a como de lugar», afirmó.
Alentó a los docentes, directores, padres, estudiantes y todos los que conforman la comunidad educativa indígena a no decaer, a seguir trabajando con fuerza y optimismo, que poco a poco se va llegando a la meta.
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