Para 100 mujeres recluidas en el penal del Buen Pastor, el futuro se tiñe de esperanza, ya que conforman un grupo que además de estudiar con vistas a recibirse de bachilleres, participan en cursos de capacitación para elaborar artículos de limpieza, shampoo, enjuague, forrado de guampas y termos, bijoutería y uñas esculpidas, con conocimientos que les permitirán ganarse la vida de manera honrada, una vez que salgan en libertad, posibilitando su reinserción a la sociedad.













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