Filadelfia,RCC.- El peso cultural, la búsqueda de satisfacciones efímeras y engañosas, el deseo de novedad y aventura, pueden hacer que las parejas cometan gravísimos errores de consecuencias incalculables.
Quizás por esta razón, importantes especialistas dedican mucho de su trabajo profesional a advertir sobre los riesgos que existen en la actualidad y que pueden abrir más fácilmente camino a la infidelidad conyugal. En efecto, la Dra. Dinechin señala algunos riesgos:
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Comer a solas con amigos del sexo opuesto.
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Confiar problemas de su pareja a personas del sexo opuesto.
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Buscar a ex-parejas en las redes sociales para restablecer contacto.
- Disminuir la cercanía y la afectividad íntima con la pareja, llevando la relación a situaciones de rutina y costumbre.
- Mantener en silencio los sentimientos de soledad y aburrimiento que se padecen.
- Envidiar las parejas de sus amistades.
- Empezar a asistir por separado a actividades y eventos donde anteriormente solían asistir como pareja.
- Iniciar o responder a miradas, gestos y palabras de adulación y coqueteo de parte de amigos o colegas del sexo opuesto, entre muchas otras más.
Las grandes grietas comienzan con pequeñas fisuras, y las parejas deben estar atentas a las señales de riesgo que ocurren antes de cualquier adulterio o infidelidad.
Habrá preguntas sin respuestas satisfactorias, cuestionamientos sobre el amor, el interés y los motivos de la infidelidad, se precipitarán cambios emocionales, pensamientos y sentimientos involuntarios…
Pero si la pareja desea superar esta fase ingrata, y encaminarse hacia la restauración matrimonial, debe perseverar cada uno en lo que le corresponde hacer en el proceso. Por lo tanto, sí hay esperanza después de una infidelidad.