Se puede percibir que, durante las celebraciones de navidad y año nuevo, las mascotas se vuelven nerviosas y temerosas, buscan lugares donde esconderse o cobijarse de los molestos ruidos que ocasionan ciertos fuegos artificiales.
Esto se debe a que, con el sonido de las bombas, las mascotas entran en un estado de excitación total en el que no controlan sus impulsos, por lo que muchos escapan y huyen de la casa. Una vez que están fuera del terreno conocido, pierden su sentido de la orientación y muchas veces no pueden volver a casa.
¿Qué hacer con los gatos?
En estas celebraciones es frecuente el reencuentro familiar, por eso si se piensa recibir a cierta cantidad de personas en el hogar, es recomendable dejar al gato en una habitación tranquila, con todas sus cosas, hasta que pase la fiesta. Si el animal no cuenta con un espacio seguro, es probable que se asuste y se esconda en cualquier parte e incluso huya del hogar. Es importante que informe a las visitas que no molesten al animal, una vez pasadas las bombas, y si ve a su mascota tranquila puede reincorporarlo a una tranquila celebración.
¿Qué hacer con los perros?
En el caso de los perros, se los puede ubicar en una habitación aireada y bien ventilada, en lo posible donde no se escuchen directamente los estruendos de las bombas. Algunas razas, en especial de canes, tras la explosión de bombas huyen a las calles despavoridas, y se pierden. Esto se debe a que poseen un temor innato por su alta sensibilidad ante estímulos sonoros intensos.
Las bombas suelen poner nervioso y hasta agresivo al animal, por eso no es recomendable irrumpir en la habitación donde se encuentra aislado el can.
Así también, se sugiere, en lo posible, no sedar al animal, más aun si ya es muy adulto. El uso de los algodones como tapones de oídos para los animalitos es una opción válida para protegerlos del ruido de petardos, pero sin olvidar retirarlos, ya que en caso de olvido pueden generar graves infecciones.
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