Principales consecuencias y efectos psicológicos y/o emocionales que se derivan de una situación de desempleo

Crisis y desempleo. Problemas y consecuencias psicológicas. Articulo del fin de semana por Juan Cruz Cellammare.

El trabajo además de aportar un nivel económico, aporta sensación de bienestar y estabilidad emocional/psicológica, familiar y social. La pérdida de éste desencadena una serie de cambios en la vida de la persona y se convierte en un problema psicosocial.

Se dan varias fases psicológicas por las que transita la persona desempleada; Una primera fase de incredulidad, no ser real, y miedo. Es un shock, confusión, desorientación, que van unidas a fracaso e imposibilidad de construir planes de futuro.

Después pasamos por una fase según nuestra situación familiar, de colchón económico y de la existencia de alguna prestación por desempleo de estar en unas pseudo- vacaciones, caracterizada por un optimismo irreal, de poder encontrar algo mejor, ya que se percibe como algo temporal. La cosa cambia cuando el tiempo de desempleo aumenta y no se encuentra otra posibilidad laboral.

Cuando la situación de desempleo es prolongada, comporta graves consecuencias psicológicas y económicas y comienzan a darse otras dificultades; de acceso y mantenimiento a una vivienda digna, problemas de alimentación, hacer frente a las responsabilidades familiares y de personas a cargo, imposibilidad en el pago de hipotecas, préstamos y deudas… El sistema de bienestar social de la persona es afectado y a su vez su estabilidad o bienestar físico, psicológico/o emocional también.

Las personas comienzan a desarrollar cuadros de ansiedad, problemas de sueño, problemas gastrointestinales, cansancio físico, problemas cardiovasculares, desequilibrio alimenticio, (pérdida de apetito a atracones compulsivos). Asimismo se producen emociones de tristeza, irrupción de pensamientos negativos, desesperanza, fracaso, inseguridad y/o falta de confianza en uno/a misma, disminución de la visión de capacidad y autoestima, sentimiento de vergüenza… Estados de irritabilidad, baja tolerancia a la frustración, estados de enfado e ira prolongados, sentimiento de injusticia etc…

Otras consecuencias psicológicas pueden producir aislamiento, ruptura de rutinas diarias de traslado, relación y de experiencias compartidas con compañeros/as, de oportunidades para la creatividad, sentimiento de utilidad y desarrollo profesional, de sostener y contribuir al bienestar de la familia y de la sociedad. Dándose la percepción de estar fuera, de no estar incluidos/as en la rueda de la vida.

Las consecuencias físicas y mentales que derivan de una situación de desempleo pueden dibujar un círculo de desmotivación, muestra de inseguridad, incapacidad, descuido de la imagen, que hacen que las personas tengan una posición deteriorada a otras ante la búsqueda de un nuevo empleo. Circuito difícil de romper si la persona no dispone de una red de apoyo familiar, de relación social de pares, institucional y/o profesional que atenúen los efectos negativos de esta situación de estresores vitales.

La intensidad de estos estresores y el tiempo de desempleo, si es prolongado, puede alcanzar niveles e intensidad que la estructura psicológica de la persona no pueda procesar, elaborar, desencadenándose situaciones de trauma, problemas/trastornos del estado de ánimo y psicológico.

Factores de protección que influyen en la recuperación de la persona

La resiliencia como componente personal, los estilos de afrontamiento que se pongan en marcha y el apoyo familiar social y de profesionales facilitará la recuperación de una vida más sana y estable, emocional y psicológica.

Como carácter resiliente destacaríamos que el individuo/a se esforzase por mantener un estado de ánimo positivo y llevara a cabo una cuidada y eficiente búsqueda activa de empleo, pudiendo asistir a servicios que le/la asesoraran de cómo hacerlo, poder realizar formaciones que aumentara la empleabilidad y multiplicaran las oportunidades laborales.

• Poner en marcha rutinas saludables.

• Ejercicio físico; buscando la activación corporal de la persona y los efectos positivos que tiene sobre el estrés.

• Desarrollo de hábitos de alimentación saludable; para dar respuesta a la necesidad de energía a través de un equilibrio nutritivo adecuado para responder a esa demanda.

• Actividades de ocio y relaciones sociales que favorezcan la distracción y el buen humor.

Los estilos de afrontamiento es el uso de recursos emocionales y cognitivos que nos permiten alcanzar las metas y manejar el estrés que se vive. Se puede ver; estilos de afrontamiento centrados en el problema (acciones que pone en marcha el individuo/a como es la búsqueda activa de empleo, modificación de CV, realización de formaciones que mejoren su CV, establecimientos de rutinas y horarios de búsqueda…) y centradas en las emociones (regular el estrés emocional que lo acompaña, actuando sobre el trastorno del estado de ánimo; a través de técnicas que trabajen el autocontrol, el distanciamiento, la regulación positiva, la reorganización cognitiva, la autoinculpación y el escape/evitación.

Si necesitas ayuda o algun consejo, no dudes en contactar a CENIVAS el Centro Integral Vuelve a Soñar. Un servicio de contención, orientación y ayuda emocional gratuito. Usted puede llamar al 0981 120028 y elegir alguna de las opciones que requiera. Luego un profesional le devolverá el llamado.

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