Filadelfia,RCC.- Algunos de los relatos más antiguos acerca de la cuarentena se encuentran en el Pentateuco, conocido también como los primeros cinco libros de la Biblia. En épocas antiguas se aplicaba esta medida también por cuestiones sanitarias. Especialmente en casos de lepra. Enfermedad infecciosa que en la época no tenía tratamiento más que el aislamiento. Excepto por los milagros de Jesús realizados más adelante.
En tiempos bíblicos era fácilmente aplicado el aislamiento a las personas. En el Antiguo Testamento se encuentran leyes que apartaban a las mujeres que se hallaban en su ciclo femenino. Aquel que se le acercaba era “impuro” como ella (Levítico 15:19-33).
En el Nuevo Testamento (Lucas 17:11-19) se leen relatos de sanidades a leprosos de parte de Jesús. Estas personas estaban en lugares apartados de la sociedad. Era la forma más efectiva de evitar contagios, en casos de la lepra o cualquier enfermedad desconocida para ese entonces.
En ese sentido en Mateo 8:2 se encuentra otro caso de un hombre que dijo a Jesús, «si quieres puedes limpiarme» Jesús no estaba obligado y el enfermo lo comprendía, de hecho ya estaba acostumbrado a que nadie se le acercara, mucho menos que lo tocaran, pero esto fue lo que sucedió en el verso 3: «Jesús extendió la mano, lo tocó y le dijo: Quiero. Ya has quedado limpio.»
La «peste negra» o «muerte negra» fue una enfermedad pulmonar que se desarrolló en el siglo XIV (14) causando aproximadamente 25 millones de muertes solo en Europa y Asia, un tercio de la población mundial de la época. La pandemia más grande en la historia. En ese entonces, Venecia tomó el liderazgo en aplicar cuarentena para evitar propagaciones.
No es algo nuevo aplicar medidas drásticas que procuren evitar la propagación de enfermedades. Vemos a la cuarentena y su paso por el mundo. Si bien es cierto que es algo nuevo para la población paraguaya, en vez de tener temor, lo importante es recordar cuántas veces y con la ayuda de Dios el mundo ha superado este tipo de acontecimientos globales.