El día en que uno decide eliminar el consumo excesivo de alcohol, ultraprocesados y comidas rápidas y se compromete con una alimentación más saludable, las toxinas se eliminarán del organismo. Pero esto sucede todos los días, no solo cuando se consume jugos de vegetales crudos o también llamados jugos verdes.
Quienes realizan dietas rápidas o se mantienen durante el día solo con jugos verdes, generalmente, pierden peso a corto plazo, pero es difícil encontrar pruebas de que se mantengan en ese peso a largo plazo, en primer lugar, por no haber adquirido hábitos sostenibles y, en segundo lugar, porque muchas personas solo tienen en cuenta la dieta y no incluyen a la actividad física como parte de su rutina diaria.
Además, el peso perdido en ese tiempo, por lo general, se considera pérdida de agua y masa magra y no necesariamente de grasa, que es lo que realmente lleva a uno a mejorar su calidad de vida y disminuir los factores de riesgo asociados a las enfermedades no transmisibles.
Así también, se debe tener en cuenta que, estas corrientes de “moda”, generalmente, son de muy bajas en calorías (<1.200kcal), lo que también compromete al sistema inmunológico, dejando al organismo más susceptible a infecciones.
Antes de tomar decisiones que puedan perjudicar la salud, es más beneficioso empezar a adoptar hábitos de estilo de vida saludable que sí ayudarán a persistir a lo largo del tiempo y permitirán ver mejorías innumerables en la salud.
Para empezar, es fundamental saber que la alimentación debe ser equilibrada (contar con todos los nutrientes como carbohidratos, proteínas, grasas, vitaminas, minerales, fibras y agua), variada (se debe consumir los alimentos de la olla nutricional) y guardar las proporciones justas para cada persona de acuerdo a sus necesidades nutricionales. Esto se puede lograr sin dejar afuera ningún alimento ni nutriente.
Cabe resaltar que, en esta época de calor es esencial el consumo de frutas y verduras en preparados sencillos y rápidos de hacer, enteras, como sándwiches, brochetas y también en batidos naturales.
Las frutas de estación en nuestro país son muy diversas y para todos los gustos, y pueden ser incluidos diariamente en la alimentación, entre ellos:
– La sandía: se caracteriza por ser muy refrescante, hidrata, sacia, aporta muy pocas calorías, es antioxidante y contiene aproximadamente 93 % de agua. Además, tiene propiedades depurativas.
– El mango: su característica principal es ser de sabor dulce y de elevada cantidad de fibra, ideal para prevenir el estreñimiento y da saciedad. Tiene acción beneficiosa en la piel, la vista, el cabello, las mucosas, los huesos y el sistema inmunológico, por su elevado contenido en vitamina C y A.
– La piña: aporta fibra y agua al organismo, de hecho, posee más de un 85 % de agua. Además, gracias a la fibra que contiene desempeña un papel fundamental en la función del colón y estimula el tránsito intestinal.
– El melón: aporta principalmente agua, vitaminas A, B, C y E, ácido fólico, fibra, además de minerales como calcio, hierro y potasio, todos estos componentes favorecen a mantener hidratado el organismo, eliminar toxinas, evitar dolores de estómago y neutralizar la acidez estomacal. También, previene el estreñimiento ya que aporta gran cantidad de fibra.
– Las uvas: contienen fundamentalmente agua (80 %) e hidratos de carbono, por lo que es una buena fuente de energía, también contiene todas las vitaminas del grupo B y, especialmente, es rica en vitamina B6 de gran importancia para el sistema nervioso.
Cabe resaltar, que las frutas se pueden consumir en cualquier momento del día, idealmente en el desayuno, luego también en la media mañana y por la tarde se puede ingerir como postre, así también, es ideal para después de la actividad física.
La porción adecuada a consumir se puede medir de diferentes formas, ya sea con la mano (lo que entra en la palma) o bien en trozos, midiéndolo con una taza de 200 grs, lo que cabe allí equivale a una porción.
Es importante resaltar, aunque en internet existen muchas historias de éxito y anecdóticas sobre las dietas détox y las de moda, que no hay evidencia científica de que existan beneficios de salud, particularmente, a largo plazo. La mayoría de las personas retoman sus antiguos hábitos alimenticios después de terminar el desafío.
Desde el departamento de Prevención y Control de Factores de Riesgo del Ministerio de Salud recuerdan que, es momento de empezar a migrar hacia hábitos de vida más saludables como la alimentación y la práctica regular de actividad física. También hacen hincapié en que no existe alimento único que pueda ayudar a bajar de peso y mejorar la salud, sino el conjunto de alimentos en las proporciones justas, que la naturaleza nos ha proporcionado.