Promover la eutanasia como una medida para ahorrar dinero en el sistema de salud es inadmisible

La eutanasia es un tema controvertido que involucra cuestiones éticas, legales y de derechos humanos. La decisión sobre si legalizar o no la eutanasia depende de los valores y principios culturales de cada país y en el Paraguay se respeta la vida hasta el final.

Promover la eutanasia como una medida para ahorrar dinero en el sistema de salud es inadmisible

Se creía que la eutanasia estaba a una brecha muy grande del Paraguay, sin embargo, sorprende y llega a preocupar considerablemente que referente relacionado al ámbito sanitario y quién asumiría el timón más adelante del aspecto más importante de la humanidad, la salud, haga en palabras camufladas, alusión a la pérdida o al arrebato que por derecho inalienable nos corresponde a todos, el de vivir.

Han sido años de la lucha del Paraguay por preservar un patrimonio intangible tan apreciable como los principios y valores, justamente, de ideologías externas que intentan adueñarse de lo único que no tiene costo en el mundo y de lo que claramente pronuncia nuestra Constitución Nacional, el derecho a la vida, la salud y la familia.

En todo este agravio, parece indefectible traer a moción de las autoridades, lo que dice la Carta Magna de nuestro país, en el Capítulo I “Del sistema nacional de Salud”, en su Art. 3:“El Sistema tiene como finalidad primordial prestar servicios a todas las personas de manera equitativa, oportuna y eficiente, sin discriminación de ninguna clase, mediante acciones de promoción, recuperación y rehabilitación integral del enfermo”.

No se puede pretender cambiar lo que corre por las venas de este preciado territorio, que encuentra solo su último suspiro, recién aun cuando Dios haya proclamado su veredicto sobre nuestras vidas, solo ese dictamen es palabra mayor y debe ser respetada.   

Por ello, es inadmisible contemplar siquiera la posibilidad de instalar esta práctica injusta que aboga en apagar miles de vidas sólo porque la ciencia se dio por vencida.

Es igual de imprescidible comentar las miles de historias de éxito en todo el mundo, surgidas y viralizadas a través de testimonios de quienes eran propios pacientes, pero que hoy pueden dar fe de la vida digna que llevan por medio de los tratamientos y una esperanza reavivada.

Por ello, resulta vital contar con un ministro de Salud que priorice el bienestar y la calidad de vida de todos los ciudadanos, con base en los principios de la medicina, la justicia y el respeto a la dignidad humana. Definitivamente, promover la eutanasia como una medida para ahorrar dinero no respeta estos principios fundamentales.

Es sumamente relevante, que los ministros de salud promuevan políticas y programas de atención médica accesibles y de calidad para todos los ciudadanos, con un enfoque en la prevención, el diagnóstico y el tratamiento adecuado de las enfermedades. También deben fomentar la investigación médica y el desarrollo de sistemas de salud eficientes y sostenibles.

Debemos tener ministros de salud que trabajen para mejorar la calidad de vida de la población, respetando la dignidad y los derechos de cada individuo, y promoviendo la equidad en el acceso a la atención médica, en lugar de buscar soluciones basadas únicamente en consideraciones financieras, este no es el camino y nunca lo será.

Salir de la versión móvil