Es un hecho que muchas personas están emocionadas por celebrar la venida de un nuevo año. Sin embargo, es importante tomar decisiones conscientes especialmente cuando se trata del consumo de alcohol.
La inconsciencia y la irresponsabilidad, sumadas a la falta de educación vial, son factores que desembocan en graves accidentes de tránsito, provocando lesiones y, en muchos casos, la pérdida de una o de más vidas.
El consumo de bebidas alcohólicas altera la percepción, los tiempos de reflejo, la capacidad de reacción y la toma de decisiones. La combinación del alcohol y la conducción de algún vehículo es una mezcla riesgosa para uno mismo, sus acompañantes y los demás ciudadanos.
Desde la cartera sanitaria mencionaron que al cuerpo le lleva unas 72 horas eliminar el alcohol que ha ingresado al organismo, aún si es que han consumido algún fármaco que contrarresta los síntomas de la resaca. Por más que la persona no se sienta borracha, el tiempo de respuesta se retrasa, por lo cual ya está incapacitada para manejar.
Así mismo, la falta de uso de elementos de protección, como casco o cinturón de seguridad, constituyen un factor de riesgo preponderante a la hora de conducir. En lo que respecta a biciclos o motos, el uso de cascos es obligatorio, evita en un 70 % la ocurrencia de lesiones mortales, y hasta un 85 % quedar con secuelas, así como el cinturón de seguridad en automóviles.
El que bebe no conduce, el que conduce no bebe. Una premisa simple que tenemos que tener en cuenta para evitar siniestros viales y sus consecuencias: discapacidad y en el peor escenario, pérdida de vidas humanas. Si va a beber, por su seguridad y la de los demás, designe un conductor o bien trasladarse en taxi o algún vehículo de plataformas.
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