Tanto el dengue como el chikungunya presentan síntomas muy similares iniciando con fiebre, malestar general y dolores musculares, de forma característica y desde los primeros días de enfermedad. Con el chikungunya se instalan los dolores en las articulaciones, como caderas, tobillos y manos, y también en la columna vertebral y, de forma típica, ambas articulaciones a la vez.
El dengue se auto limita en no más de diez días y, generalmente, no deja secuelas. En cambio, el chikungunya tiene tres etapas que pueden estar bien marcadas; una fase aguda, que dura en torno a tres semanas, una sub aguda, donde ya no hay fiebre, pero puede haber persistencia y recrudescencia o empeoramiento de los dolores articulares, y también una fase crónica, que puede durar desde varios meses hasta incluso algunos años.
Fase aguda: Duración de entre siete a diez días. Sus síntomas son: fiebre, dolores e inflamación en las articulaciones, que pueden ser de leves a severos. Este dolor articular afecta, principalmente, a manos y pies. También puede afectar tobillos y otras articulaciones. La mayoría de las veces aparece enrojecimiento de la piel, que puede empeorar con la exposición al sol, estas manifestaciones se producen, generalmente, al inicio de la enfermedad.
Fase sub aguda: Del 20 al 40% de los casos puede pasar a esta fase, que puede durar hasta tres meses. En esta fase ya no se registra fiebre, pero sí manifestaciones articulares. Si esto dura más de tres meses, entra en la siguiente fase.
Fase crónica: Una proporción importante de pacientes entre el 40 y 80% puede manifestar síntomas más allá de los 3 meses. En esta fase, persisten los dolores articulares. Puede haber una sensación febril por la inflamación articular, tanto en la fase sub aguda como crónica.
Como medida importante para intentar prevenir pasar a una etapa crónica, se recomienda un correcto manejo del dolor y de las afectaciones articulares. Reposo, frío local y rehabilitación funcional precoz.
La única alternativa de prevenir estas enfermedades es evitando la proliferación del mosquito vector, el Aedes aegypti. Para el efecto, se debe hacer una revisión permanente de las viviendas, tanto en el interior como en el patio, para cerciorarse de que no haya criaderos, que pueden poner en riesgo a todos los integrantes de la familia y a los vecinos.
El Ministerio de Salud recuerda a la población que se debe recurrir inmediatamente al centro de salud más cercano si se cuenta con algunos de los citados síntomas, y evitar la automedicación.
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