En el presente año, el ámbito de la salud ha recibido importantes aportes desde la concepción de nuevas leyes hasta la dotación de insumos médicos, los que han servido para beneficiar a la población paraguaya, en todas las áreas que presten cobertura médica.
Recientemente, sin dudas, se ha dado un paso muy considerable en nuestro país, teniendo en cuenta, los altos índices de trastornos mentales que hoy se generan con mayor regularidad a nivel no solo nacional sino mundial.
En ese sentido, desde el Poder Legislativo ha surgido la necesidad de procrear una ley que asista a las personas quienes se encuentren vulneradas en su Salud Mental, de lo que surgió como resultado la ley N° 7018 de la Salud Mental, la primera en su carácter dentro de las políticas públicas del Paraguay.
Dicha ley establece en más de sus diez páginas, todas las obligaciones estipuladas para el órgano sanitario y las dependencias de salud, desde la identificación de los casos de trastornos mentales hasta el tratamiento integral de todos aquellos quienes precisen atención.
Entre los artículos de la presente, se pueden descifrar algunas especificaciones que tratan sobre la forma en que las personas vulnerables serán asistidas, no sin antes, ser diagnosticadas por el personal capacitado.
Atendiendo a este punto, se refiere en el documento en su Articulo 3° de la DEFINICIONES; que no se aplicarán diagnósticos sobre la base exclusiva por: estatus político, socioeconómico, asociación a un grupo cultural, racial o religioso, así como tampoco, por demandas familiares, laborales y administrativas o como de elección o identidad sexual.
Así también, en otro apartado del material se menciona que todos los estamentos estarán trabajando de manera coordinada con la finalidad de contribuir integralmente al mejoramiento del paciente.
Y lo más sustancial, se establece en esta ley que dentro de los centros hospitalarios habrá tanto el espacio como el personal dedicado a tratar la salud mental en todo el país.
Por ello, se rescata la intención de promover un espacio de cobertura para tratar la salud mental, un flagelo presente en la realidad nacional. Valorando que se de apertura a nuevas áreas dentro de los establecimientos sanitarios, logrando que las personas quienes la padecen puedan ser tratadas desde los propios hospitales públicos.