Hospital San Pablo atendió a 125 pacientes con cuadros de chikungunya

El director del Hospital San Pablo de Asunción, Vicente Vega informó que el Departamento de Urgencias reportó que durante este domingo, unas 125 personas entre niños, niñas, adolescentes, adultos, embarazadas y ancianos, acudieron al nosocomio por cuadro de chikungunya, la mayoría de ellas cursando cuadros febriles, deshidratación y dolores articulares.

Hospital San Pablo atendió a 125 pacientes con cuadros de chikungunya

Sostuvo que los síntomas más comunes son: deshidratación fiebre, náuseas, vómitos, erupciones cutáneas signos; pero los de alarma y que requieren atención médica inmediata son los dolores abdominales intensos, los vómitos que se vuelven persistentes, la retención de líquidos, edemas, sangrado en las encías, sangrado nasal, irritabilidad en especial en los infantes, entre otros.

En ese contexto dijo que el grupo poblacional al que se le debe prestar mayor atención son los infantes menores de 2 años, las embarazadas, las puérperas y los adultos mayores de 60 años, además de los pacientes que padecen de patologías de base como: diabetes, hipertensión, obesidad, cáncer e inmunodeprimidos.

Vega sostuvo que lo primordial y en especial en los pacientes que cursan un cuadro febril (que es el síntoma predominante del chikungunya) es no llegar a la deshidratación, por ello recomendó tomar mucha agua para evitar los mareos y dolores de cabeza.

Resaltó que los síntomas predominantes además de la fiebre son los dolores en las articulaciones, los cuales pueden llegar a persistir aun pasado varios meses de haber padecido la enfermedad.

La chikungunya se caracteriza por contar con tres fases, la fase aguda de hasta tres semanas, la pos-aguda que puede durar hasta tres meses y una fase crónica que puede durar hasta dos años.

“Por eso lo que tenemos y debemos hacer es en este caso de la arbovirosis es erradicar todo tipo de posibilidad para que los mosquitos puedan progresar. Debemos eliminar los criaderos, limpiar los baldíos, higienizar los hogares. En nuestras manos está ya que nosotros generamos el hábitat de ellos y por ello es nuestra obligación eliminarlos”, reconoció.

“Debemos adquirir el hábito de la limpieza y tomar conciencia de que se trata de la salud de nuestros hijos, hermanos, padres, esposos, de la familia y vecinos. Hay que entender ese concepto y tratar de llevarlo a la práctica como una disciplina diaria, esa es la única manera de disminuir el impacto de la enfermedad”, acotó.

Finalmente, el director instó a la ciudadanía que ante los síntomas de alarma acudan al centro asistencial más cercano para su atención oportuna.

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