Filadelfia- RCC: Cuando hablamos de verano y de protección, generalmente nos centramos en la piel, en evitar picaduras o en hidratarnos correctamente. Pero, aunque todo ello es necesario, a menudo nos olvidamos de cuidar de nuestros ojos, que son especialmente sensibles en verano ya que son susceptibles de padecer lesiones más fácilmente.
Problemas oculares más frecuentes
- La conjuntivitis alérgica o de tipo infeccioso producida por hongos, bacterias o virus. Los síntomas son: picor, sensación de arenilla, sensibilidad a la luz y lagrimeo. Es, con diferencia, el problema más frecuente, alcanzando un 60% de los pacientes que acuden a los servicios de urgencias oftalmológicas.
- La oftalmia o fotoqueratitis derivada de una continua exposición a la radiación solar. Sus síntomas son: picor, lagrimeo, fotofobia pudiendo llegar a producirse disminución de la visión.
- El orzuelo, generalmente producido por una obstrucción de unas glándulas situadas en el párpado. Suele presentar dolor a la palpación y secreción de pus.
Pero no todas las patologías son leves y de fácil curación, como las comentadas. Se pueden presentar patologías graves que pueden acarrear un deterioro de la visión, como la catarata, la degeneración macular o melanomas coroideos, ya que estos efectos son acumulativos con el paso del tiempo.
Para ello es necesario tener en cuenta una serie de pautas que ayudarán a cuidar de nuestra salud ocular
- Gafas de sol: Se recomienda que sean envolventes, con un filtro adecuado que nos proteja de los rayos UVA y UVB, y polarizadas para neutralizar los reflejos solares. Los cristales de color amarillo, rosa, gris, marrón y verde son los más adecuados en cuanto a la luminosidad y radiación que recibe el ojo.
- Gafas de natación: Para evitar el contacto con el cloro y los gérmenes de las piscinas, así como con la elevada concentración de sal del mar.
- Lavarse las manos a menudo: si se frotan los ojos con las manos sucias es fácil adquirir una infección. Estos es especialmente importante en los niños, ya que sus juegos implican a menudo la manipulación de sustancias contaminadas.
- Cuerpos extraños en el ojo: cuando entre en el ojo cualquier tipo de cuerpo extraño, por ejemplo arena, no hay que frotarse los ojos, sino lavarlos inmediatamente.
Con estas medidas preventivas se evitarán gran parte de los problemas que suelen afectar a los ojos durante el verano. Pero si aun así se sienten molestias, como irritación, enrojecimiento, sequedad, exceso de lagrimeo, dolor, etc., se deberá consultar con un oftalmólogo.
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