En una entrevista emitida por el programa «Magazine», por RCC Radio, Griffith sostuvo que la planificación estratégica de largo plazo es una condición clave para el desarrollo. Pero recordó que Paraguay debe actuar con especial cautela frente a la geopolítica internacional, donde —según subrayó— confluyen intereses que pueden condicionar la toma de decisiones soberanas.
“Hoy en el mundo hay demasiados intereses poderosos. La geopolítica es compleja y no siempre visible. Corporaciones, redes de influencia y lobbies pueden alterar los legítimos intereses nacionales, especialmente en políticas que serán obligatorias para el Estado durante 25 años”, afirmó.

PREOCUPACIÓN POR EL ROL DEL ESTADO Y LA RESPONSABILIDAD FISCAL
Entre las debilidades que observa, Griffith señaló que el Plan 2050 plantea un crecimiento del aparato estatal que podría resultar insostenible a futuro. “Si se multiplican los compromisos y procesos estatales sin capacidad de cumplimiento, será inevitable subir impuestos, emitir moneda o endeudarse masivamente. Este gobierno respeta la disciplina fiscal ¿Pero, ¿qué pasará con los próximos?”. Sostuvo que el plan debería garantizar estabilidad en baja carga tributaria, déficit controlado y eficiencia estatal como pilares para un desarrollo auténtico.
RIESGO DE ALINEAMIENTO AUTOMÁTICO A LA AGENDA 2030
Griffith también cuestionó la semejanza entre el Plan Paraguay 2050 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU. Consideró que dicha agenda, aunque adoptada globalmente, presenta ausencias graves. “No menciona la soberanía nacional ni la democracia. Tampoco la libertad religiosa ni la libertad de expresión. Si nos alineamos ciegamente a una agenda redactada sin consulta a las constituciones nacionales, podemos perder el rumbo propio”, alertó.
UNA OMISIÓN CRÍTICA: LA CAÍDA DE LA NATALIDAD
Uno de los puntos más sensibles de su análisis fue el invierno demográfico que —advirtió— ya afecta al Paraguay: Promedio de hijos por mujer en la década de 1970: 6,5. Promedio actual: 1,9. Reposición generacional mínima: 2,1. “Si no revertimos la baja natalidad, la nación no podrá sostener su población, su cultura ni su sistema previsional. Esto ya está destruyendo la cohesión social en Europa. ¿Cómo un plan a 2050 no aborda un tema tan vital?”, cuestionó. También advirtió sobre el impacto en pueblos indígenas, algunos con apenas 200 a 500 habitantes, cuya supervivencia cultural estaría en riesgo.
DEFENSA DE LA VIDA Y LIBERTADES FUNDAMENTALES
Griffith observó que la protección de la vida en el documento solo se refiere a accidentes de tránsito, sin mención a la vida en gestación. También lamentó el silencio del plan sobre la libertad de expresión en un contexto global donde —sostuvo— está siendo crecientemente restringida. “En Inglaterra hoy hay 13.000 personas privadas de libertad por opiniones en redes sociales sobre migración. No podemos desatender este panorama”, afirmó.
PARTICIPACIÓN CIUDADANA: NECESARIA, PERO NO SUFICIENTE
El exministro reconoció que el Gobierno recogió opiniones de sectores y regiones en más de 70 eventos. Sin embargo, advirtió que la consulta social no garantiza automáticamente la calidad del diseño. “Es como preguntarle al paciente qué medicamento debe tomar. La verdad no depende de cuántas opiniones juntemos, sino de la capacidad técnica y estratégica para decidir”, expresó. En ese sentido, llamó a complementar el proceso con mayor análisis geopolítico y experticia multidisciplinaria.
RECOMENDACIÓN: INTEGRAR DEFENSA Y FORTALECER SOBERANÍA
Griffith afirmó que el liderazgo del Ministerio de Economía es lógico, pero no suficiente para un plan que compromete el futuro del país. “La planificación debe estar ligada también a la defensa nacional. Es un asunto del Consejo de Defensa, no solo de Economía”, enfatizó. Recordó que un error similar se cometió cuando el polémico y rechazado plan de transformación educativa surgió en Hacienda, en vez del Ministerio correspondiente.
CONCLUSIÓN: “NO APURARSE”
A modo de cierre, Griffith pidió prudencia en el proceso: “Es un plan demasiado importante como para aprobarlo con apuro. Ojalá las autoridades escuchen. La supervivencia cultural, económica y demográfica del Paraguay depende de las decisiones que tomemos hoy”, subrayó.