La advertencia del sector empresarial productivo indica que la adopción de estándares y metas ambientales globalmente definidos, sin considerar la capacidad económica y la estructura productiva del Paraguay va a generar desventajas competitivas, tales como:
Aumento de Costos de Producción: Las regulaciones ambientales estrictas (por ejemplo, en emisiones, uso de energía o gestión de residuos) imponen costos de cumplimiento elevados a las industrias y el sector primario. Para un país en desarrollo, estos costos pueden superar la capacidad de absorción de las empresas.
Desventaja en el Comercio: Si Paraguay adopta unilateralmente normas más rigurosas que sus competidores regionales o globales (a los que hay que sumar su condición de país sin costas marítimas), sus productos se volverán más caros, afectando las exportaciones y la capacidad de atracción de inversión en sectores como la manufactura y la agroindustria.
Riesgo de desindustrialización: Las industrias intensivas en energía o recursos pueden verse obligadas a reducir operaciones o cerrar, buscando entornos regulatorios más flexibles, lo que frenaría el proceso de industrialización y sofisticación económica de un país que siempre fue proveedor de materias primas.
AUMENTO DE LA POBREZA ENERGÉTICA
El análisis señala asimismo problemas en materia de transición energética, si se gestiona de forma acrítica y acelerada el Plan, teniendo un impacto negativo en el acceso a la energía, y que puede darse de la siguiente manera:
Costos Energéticos Elevados: La implementación rápida de tecnologías «verdes» costosas o la restricción del uso de fuentes de energía existentes y accesibles puede llevar a un aumento de los precios de la energía para consumidores y empresas.
Pobreza Energética: El incremento del costo energético afecta desproporcionadamente a los hogares de bajos ingresos, limitando su acceso a energía asequible y confiable, lo que agrava la pobreza energética y obstaculiza las oportunidades de desarrollo social.
EROSIÓN DE LA SOBERANÍA NACIONAL Y AUTONOMÍA ECONÓMICA
Una adhesión acrítica también implica ceder el poder de decisión sobre el uso de los recursos naturales y la política económica a entidades supranacionales:
Limitación de la Autonomía: Al alinear ciegamente las políticas nacionales con agendas globales (como ciertos acuerdos climáticos o de biodiversidad), Paraguay cede herramientas clave para planificar su desarrollo económico, especialmente en el uso de sus vastos recursos naturales y tierras agrícolas.
Neocolonialismo Ideológico y Económico: Existe el riesgo de que estas agendas globales actúen como un mecanismo de control o restricción económica impuesta por países desarrollados. Esto podría perpetuar la dependencia, desviar recursos nacionales hacia objetivos externos y limitar la capacidad del país para tomar decisiones soberanas en función de sus intereses legítimos.
Condicionalidad de Financiamiento: La ayuda y el financiamiento internacional a menudo vienen condicionados al cumplimiento de estas agendas ambientales. Si bien esto puede ser positivo, una dependencia excesiva reduce el margen de negociación y obliga al país a priorizar objetivos ajenos a sus necesidades inmediatas de desarrollo.
CONCLUSIÓN
Según el análisis, para un PND sostenible, la política ambiental debe ser estratégica, soberana y adaptada a las realidades paraguayas. Esto implica realizar una evaluación costo-beneficio rigurosa de cada medida ambiental global, priorizando aquellas que maximicen el bienestar de la población y la competitividad, sin sacrificar el derecho al desarrollo económico y la plena soberanía sobre sus recursos.
