Cartes, que asumió el Gobierno en 2013 inició su gestión con un discurso invitando a los jóvenes a «hacer lío», asegurando que los grupos subversivos no le marcarían la agenda, como la guerrilla autodenominada Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP), y declarando a medios prensa su desinterés por un periodo siguiente.
En materia de obras públicas, Cartes logró y dio el puntapié inicial para muchas de las obras que serán emblemas en los próximos años.
La ruta a Alberdi, el Súperviaducto, la Costanera Norte, el ensanchamiento de la ruta que va a Limpio, destacan entre los logros que Cartes impulsó desde su Gobierno, además del barrio modelo de los trabajos de la Secretaría de la Vivienda y el Hábitat (Senavitat), San Francisco.
Entre sus últimos actos oficiales el mandatario estuvo presente en la inauguración de la parroquia de este barrio, llamado en honor al líder católico que visitó Paraguay en el 2015 y al cual Cartes citó durante gran parte de su Gobierno.
Cartes inscribe entre sus logros políticos además la ley de transparencia que permitió al ciudadano conocer cada uno de los gastos del erario público.
Al cierre de la gestión de Cartes se debe poner en la balanza los fracasos políticos sufridos desde que no prosperó la enmienda en abril de 2017 y la muerte del joven opositor dentro de la sede del Partido Liberal.
Rodrigo Quintana será el nombre que reclamarán siempre los opositores al mandatario saliente, un joven que se encontraba en la sede del máximo opositor del Partido Colorado la noche en que parte del edificio del Congreso fue incendiado por manifestantes tras la impulsión de un proyecto de enmienda para incluir la reelección.
Cartes logró superar la crisis tras renunciar a sus pretensiones de reelección, con la obligación de buscar el delfín entre sus filas para lograr instalar un gobierno continuista.
Encontró en Santiago Peña, su joven ministro de Hacienda, la figura de renovación que el creía buscaba su partido y en el fallecido ministro de Agricultura, Luis Gneiting, como candidato a la Vicepresidencia para aportar la estirpe colorada de un militante de larga data.
Las intenciones de Cartes no prosperaron luego de perder las internas ante Mario Abdo Benítez, líder de la bancada disidente del Congreso y que esperó el beneplácito del mandatario hasta el último momento antes de lanzar su candidatura.
La siguiente derrota de Horacio Cartes se dio en mayo, cuando presentó su renuncia a la Presidencia para ocupar la banca en el senado que obtuvo en las elecciones, su dimisión no prosperó en el Congreso que debía aceptarla y no pudo jurar con los demás senadores el 30 de junio porque la Constitución Nacional no permite la duplicidad de funciones.
En su lucha con el EPP, que dijo no le marcaría la agenda, el mandatario se retira con las estadísticas en contra, con el secuestro más largo de la historia del EPP, el del suboficial Edelio Morínigo, secuestrado desde julio de 2014 y con la mayor cantidad de muertes de civiles y fuerzas del orden desde su instalación.
En agosto de 2016 se registró el mayor ataque de este grupo armado a un camión militar y donde murieron ocho efectivos de las Fuerzas de Tarea Conjunta, y en enero de 2015 la muerte de una pareja de colonos alemanes.
Sin embargo, el principal reclamo al mandatario saliente, estuvo en la nula comunicación de su Gobierno, en el que se dedicó a emitir mensajes grabados o a través de su cuenta en la red social Twitter.
Esa preferencia por evitar las respuestas espontáneas se vio reflejada hasta el final de su mandato, donde el viernes durante la reapertura del Panteón de los Héroes, fue abordado por un periodista que le consultaba al presidente sobre los jóvenes que se estaban manifestando.
«Balines de goma», fue la respuesta que dio Cartes a la pregunta hecha por un periodista, ese mismo día, durante la inauguración de la pista de arena en la Secretaría Nacional de Deportes por un grupo de opositores disconformes con su gestión.
Cartes dejará el Gobierno con sus luces y su sombra, con la vara muy alta en cuestiones de infraestructura, sin embargo muchas cosas que el mandatario entrante, Abdo Benítez, deberá encarar desde el día uno de Gobierno.