Asunción, RCC.- Es común ver como los emprendimientos unipersonales tienen una marca que les caracteriza e inmediatamente el nombre del único titular de la empresa.
Honor Colorado de Horacio Manuel Cartes Jara, no está exento de esta ecuación, ya que el expresidente que inició el Movimiento dentro del Partido Colorado para las internas del 2012, es el único líder de esta facción y su palabra es ley.
Cartes, que estuvo brevemente alejado de la arena política tras los intentos fallidos por conseguir los votos para jurar como senador, volvió a aparecer y como de costumbre gracias al titular del Partido Colorado, Pedro Alliana.
El titular del Partido Colorado mencionó que es necesaria una reunión entre los líderes de ambos movimientos para la «unidad» del partido, tras reunirse con Mario Abdo Benítez la semana pasada.
El expresidente paraguayo, nunca tuvo aliados políticos sino subordinados partidarios, por eso tanto él como los afines a Honor Colorado insisten en que es Mario Abdo Benítez quien debe dar órdenes a los del Movimiento Colorado Añeteté para que estos finalmente se alineen.
El pensamiento de creer que la política se puede manejar como una empresa unipersonal, donde la palabra de uno es ley, se evidencia nuevamente en los acontecimientos recientes, como el pedido de reunión entre líderes de ambas facciones del Partido Colorado e incluso la última contratación del Club Libertad.
Leonel Álvarez, el colombiano exentrenador de Cerro Porteño que, que se suma al Club Libertad, equipo que presidió Cartes antes de ser presidente de la República y del cual nunca tuvo una desvinculación total.
Según directivos de Libertad, la llegada de Álvarez se da por intervención directa del expresidente en una negociación en la que Cartes tuvo la palabra final y se trataba de una decisión que no podía ser discutida.
Por su parte, Abdo Benítez está ocupado en su agenda país y lidiando con las primeras críticas, poco habla del Partido Colorado y del Movimiento que lidera y en más de una oportunidad «liberó» los votos para que los legisladores vinculados a su facción dentro del Partido voten a «conciencia».
Es por esto último que senadores como Juan Carlos Galaverna y Silvio Ovelar, difieren con otros referentes como Arnoldo Wiens y Blanca Ovelar sobre puntos como el juramento de Cartes, los primeros creen que le corresponde ocupar el escaño y los segundos afirman que lo tiene prohibido por la Carta Magna.
Esta disparidad de criterios es difícil encontrar dentro de Honor Colorado, que tiene una voz campante y es la que todos escuchan y obedecen.
Con el aval de los medios que son propiedad de su familia, los partidarios de Honor Colorado y el propio presidente de la Asociación Nacional Republicana, Cartes desarrolla su agenda particular sin construir un liderazgo en torno a otra persona que no sea él.
Ya antes de las elecciones del 2013, en las que obtuvo la Presidencia, Cartes se alejó de «Kalé» Galaverna, un militante con fuerte adherencia dentro del partido.
Galaverna afirmó, tras ese distanciamiento, que a Cartes le disgustaba que a él lo saludaran antes que al propio presidenciable Colorado.
El pensamiento unipersonal de Cartes quedó más en evidencia antes de las últimas internas del Partido Colorado, cuando Abdo Benítez mostró sus intenciones de ser uno de los candidatos colorados y para lo cual esperaba el acompañamiento del expresidente.
Finalmente Cartes eligió al exministro de Hacienda Santiago Peña, de familia opositora y sin militancia en el Partido Colorado, de este modo el expresidente se aseguraría una continuidad política.
Peña no la tuvo fácil durante las internas, ya que en varias oportunidades tuvo que salir a desdecirse de declaraciones que contradecían un poco al líder de Honor Colorado.
De muestra basta un botón, en 2017 Peña dijo en un programa de radio que no se mostraba en contra del matrimonio igualitario, algo que evidentemente no iba de la mano con las opiniones de su líder que incluso afirmó que se pegaría un tiro en cierta parte del cuerpo si su hijo decidía casarse con otro hombre.
Peña terminó por corregirse y darse cuenta que no había lugar en el movimiento para sus propias ideas.
El proyecto de Honor Colorado fracasó finalmente y hoy Cartes se enfrenta a una Justicia que parece no distinguir entre propios y extraños del oficialismo, de la disidencia o de la oposición.
«Honor Colorado» de Horacio Manual Cartes Jara, es la unipersonal del expresidente, que podría fracasar si no es capaz de delegar un poco de su empresa.