Durante la sesión ordinaria del pasado 27 de julio, el senador Eduardo Nakayama perteneciente a la bancada del PLRA brindó un homenaje a los colonos menonitas a través de la conmemoración del 102 aniversario de la promulgación de la “Ley de Inmigración Menonita”, la cual fue tratada y aprobada durante el gobierno del presidente Manuel Gondra.
El senador Nakayama resalta que la mencionada ley fue “producto de un amplio debate parlamentario en su momento, porque surgió de manera casi casual en el viaje de regreso que estaba realizando el entonces ministro de la delegación paraguaya en Washington DC, Manuel Gondra acompañado del entonces canciller Eusebio Ayala regresando en la línea de Nueva York a Buenos Aires, lógicamente una línea de buques.”
Según menciona el senador liberal, durante ese viaje Gondra y Ayala se encontraron con el Gral. Samuel McRoberts, un militar estadounidense que representaba a varias colonias mennonitas que se habían afincado en Canadá y que estaban buscando nuevos horizontes porque no estaban siendo apoyados por las leyes canadienses. Recordando que los mennonitas tienen ciertos renunciamientos como a la guerra, al consumo de bebidas alcohólicas, entre otras cosas más.
En ese sentido, los inmigrantes menonitas habían solicitado varias excepciones de manera a que sean contempladas esos puntos; los cuales, fueron tenidas en cuenta y plasmadas en la ley n° 514, que fue promulgada por el Ejecutivo siendo presidente el Manuel Gondra en el año 1921.
Es relevante destacar que la llegada de los menonitas experimentó un retraso debido a la Revolución Civil, un conflicto político y militar que ocurrió entre mayo de 1922 y junio de 1923. Sin embargo, algunos años después, en el Puerto de Asunción, los primeros inmigrantes mennonitas fueron recibidos por el Dr. Eligio Ayala.
La presencia de los mennonitas en el Chaco Central fue fundamental, ya que actuaron como una barrera contra la discreta invasión de Bolivia, que había optado por la estrategia de establecer fortines militares. Por lo tanto, a mediados de la década del 20, el asentamiento de una importante colonia en el Chaco Paraguayo fue de suma importancia desde el punto de vista geopolítico para Paraguay, representando una ocupación civil y pacífica.
La llegada de los menonitas supuso un notable desarrollo para el país, tanto en aspectos económicos, sociales como culturales. Se estima que la población menonita alcanza alrededor de 40.000 personas, y han dejado un gran impacto en la economía paraguaya, siendo pioneros en la producción de carne y productos lácteos en ambas regiones.
La Ley N° 514/21 “POR LA CUAL SE ACUERDAN DERECHOS Y PRIVILEGIOS A LOS MIEMBROS DE LA COMUNIDAD MENNONITA QUE LLEGUEN AL PAÍS” tuvo como base los siguientes puntos para la inmigración de las comunidades menonitas: Libertad de culto, Administración propia, la Habilitación de escuelas permitiendo la educación en alemán; estar exentos del servicio militar obligatorio, entre otros puntos más. En contraparte, los colonos menonitas se comprometieron en hacer del Chaco Paraguayo una región productiva y de utilidad para el país. Siento todos estos puntos incluidos dentro de los artículos de la Carta Magna.
Gracias a la llegada e influencia de los menonitas en el país, el Chaco Paraguayo se ha transformado en una de las regiones más productivas y prósperas en la actualidad. Su arduo trabajo, conocimientos agrícolas y enfoque en la eficiencia han impulsado el desarrollo económico y social de la zona, generando un impacto positivo en la producción agropecuaria, así como en otros sectores clave de la región. La presencia de los menonitas ha dejado un legado duradero que ha contribuido significativamente al crecimiento y bienestar de la comunidad local y del país en su conjunto.