Los senadores se dirigieron a la Cámara Legislativa para expresar su rechazo a la injerencia extranjera en la cultura y los valores familiares de Paraguay. En un discurso contundente, subrayaron su compromiso con la defensa de los principios fundamentales de la nación, que consideran esenciales para la identidad del pueblo paraguayo.

«La Constitución, en su artículo 1, establece a Paraguay como una República libre e independiente, basada en el reconocimiento de la dignidad humana. La soberanía, según el artículo 2, reside en el pueblo paraguayo, quien tiene el derecho de decidir el destino de nuestra nación sin injerencias externas», señalaron los senadores.
Asimismo, destacaron que el derecho a la vida, garantizado por el artículo 4, debe ser protegido desde la concepción. «No podemos permitir que presiones externas pongan en riesgo este derecho fundamental. La vida es sagrada y debe ser protegida en todas sus etapas», afirmaron.
En relación con la igualdad de derechos entre hombres y mujeres, establecida en el artículo 48, los senadores enfatizaron que esta igualdad debe ser real y efectiva, y que es responsabilidad del Estado asegurar las condiciones para que así sea, sin reconocer diversas teorías de género.
«La familia es el fundamento de nuestra sociedad», continuaron, citando el artículo 49 de la Constitución, que reconoce el matrimonio como la unión estable entre hombre y mujer, y subrayaron la importancia del matrimonio heterosexual como núcleo de la familia, tal como lo establece el artículo 52.














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