De esta manera, el Ministerio de Salud avanza con la intervención en curso en el hospital Psiquiátrico, tomando acciones para resolver las situaciones más urgentes.
“Estamos abocados a cambiar la historia del Hospital Psiquiátrico, para brindar la respuesta en salud mental que el país merece”, comunicó el Ministerio de Salud.
En una reunión entre representantes de la Comisión de Derechos Humanos de la Cámara de Diputados y del Ministerio de Salud, se destacó esta semana la necesidad de mejoras en la infraestructura y reformas.
Días previos, la ministra María Teresa Barán había visitado el nosocomio a interiorizarse sobre la situación de la institución. Barán conversó con representantes de los sindicatos, a quienes se presentó como una compañera de trabajo, con el firme compromiso de introducir las mejoras necesarias y urgentes.
“Vamos a trabajar en el proceso de la transformación del hospital. La intención de mi visita es interiorizarme sobre cómo puedo apoyar y ayudar como compañera de trabajo, y que esta crisis se transforme en una gran oportunidad”, afirmó.
En base a informes preliminares de la Comisión Interventora del Hospital Psiquiátrico, se tomaron acciones para resolver las situaciones más urgentes. Los trabajos de mejoramiento iniciaron con el retiro de camas en desuso que serán evaluadas por el área Biomédica, con el propósito de su posterior reparación y reutilización.
Adicionalmente, se gestionó la entrega de 30 colchones, chombas y sábanas, marcando un hito en este proceso de redefinición.
El Hospital Psiquiátrico, que históricamente ha sido la principal institución para la atención de pacientes con trastornos mentales en el país, se está redefiniendo como la última instancia de atención, reservada para casos complejos y críticos que requieran atención especializada.
Esta transformación busca mejorar la calidad de la atención y descongestionar el hospital, permitiéndole centrarse en pacientes que necesitan un nivel más alto de cuidado.
La implementación de esta nueva estrategia se llevará a cabo en coordinación con las regiones sanitarias y requerirá una inversión significativa en capacitación de personal y expansión de la infraestructura de salud mental en todo el país.