El presidente de la República, Santiago Peña, y la ministra de Obras Públicas, Claudia Centurión, oficializaron el contrato de la denominada “Ruta de la Integración”. Este proyecto, que abarca 75 kilómetros de la Ruta PY10, no solo representa una mejora vial, sino la validación de un modelo de gestión que busca superar los atajos políticos en favor del desarrollo de largo plazo.
El proyecto fue adjudicado mediante la Resolución N.º 1934 del MOPC, correspondiente a la Licitación Pública Nacional para el diseño y construcción de la pavimentación del tramo San Cristóbal – Paso Yobái, bajo la modalidad llave en mano, conforme a la Ley Nº 7021/2022 de Contrataciones Públicas.
El Consorcio Ruta 10 (Concret Mix S.A. – Tocsa S.A.) ejecutará el Lote 1, con una inversión de USD 59,2 millones, mientras que el Consorcio Avanza Ruta 10 (Tecnoedil – Ocho A S.A. – ConstruPar S.A.) tendrá a su cargo el Lote 2, por USD 73,1 millones, totalizando una inversión aproximada de USD 132 millones, con la participación de cinco empresas paraguayas.
El presidente Santiago Peña recordó con sus inicios como ministro de Hacienda en 2013, cuando en el distrito de Naranjal recibió un mensaje contundente de los productores: «No queremos más que nos vengan a mentir». Aquel reclamo, tras 25 años de promesas incumplidas, impulsó la creación de la Ley 5074 de «Financiamiento Llave en Mano», una herramienta que hoy, tras una década de aprendizaje, permite al Estado paraguayo ejecutar obras de gran envergadura delegando el riesgo financiero a las constructoras.
«El camino del progreso no conoce de atajos; es un camino duro donde a veces no se ve el final, pero la perseverancia rinde satisfacciones», reflexionó el mandatario. Peña enfatizó que, a diferencia de administraciones anteriores que intentaron descartar esta modalidad, su gobierno la defiende como un «abanico de herramientas» necesario para compaginar las limitaciones del Tesoro con las urgencias del desarrollo.
Un punto central de la jornada fue el reconocimiento al sector de la construcción nacional. La ministra Claudia Centurión subrayó que esta obra, con una inversión de 132 millones de dólares financiada a 15 años, es ejecutada íntegramente por empresas paraguayas.
«Aquí no hay empresas extranjeras; son paraguayos que salen al mercado internacional a buscar financiamiento, asumiendo ellos mismos el riesgo de la construcción», señaló la ministra. Según explicó, la reciente ratificación del Grado de Inversión del Paraguay dota a estos proyectos de una mayor eficiencia y competitividad, permitiendo menores costos financieros que benefician finalmente a todo el país.
UNA GESTIÓN DESCENTRALIZADA Y PARTICIPATIVA
La ministra reveló que la «Ruta de la Integración» es el resultado de un trabajo articulado con la sociedad civil. «Esta obra no se decidió desde oficinas cómodas en la capital; se decidió en el terreno, validando con gobernadores e intendentes que este era el proyecto más importante para la región», afirmó.
La obra impactará directamente en la competitividad de los sectores agrícola y ganadero, facilitando la salida de productos hacia los puertos y mercados. Pero, por encima de la economía, el gobierno destacó el impacto social: «El objetivo final es el ciudadano que necesita acceso a la salud, a la educación y a una vida digna», concluyó Centurión.
El impulso a la infraestructura no se detendrá con esta firma. El presidente Peña adelantó que ya se están ajustando los detalles finales para la firma del contrato de la Ruta PY01, bajo la modalidad de Alianza Público-Privada (APP), reafirmando que el «Paraguay gigante» está despertando a través de una hoja de ruta clara y sin pausas.
