Filadelfia, RCC.- Durante las vacaciones la rutina diaria de niños y adolescentes sufre modificaciones; tienen más tiempo libre y un horario más distendido. En la mayoría de los casos duermen más tarde o más tiempo que lo habitual, esta alteración de la rutina lleva a los niños a una alimentación desordenada.
“Este cambio abrupto, quiérase o no, afecta los hábitos alimentarios”, aseveró Bethania Machuca, nutricionista de la Dirección de Vigilancia de Enfermedades No Transmisibles. Se salta el horario de las comidas y se ingiere una mayor cantidad de alimentos con alto nivel en azúcares y grasas.
El exceso de peso constituye un factor de riesgo para el desarrollo de enfermedades crónicas y muertes asociadas. La hipertensión, los problemas cardiovasculares, la diabetes, están vinculados estrechamente a la mala alimentación. En Paraguay 1 de cada 3 niños y adolescentes tiene sobrepeso.
Para impedir que las estadísticas de enfermos sigan incrementándose, es importante establecer hábitos saludables en el hogar desde la niñez. No saltarse las comidas del día (desayuno, media mañana, almuerzo, merienda y cena), respetando siempre los horarios.
La profesional refiere que el desayuno es la primera comida de la jornada, “la misma debe ser nutritiva y proporcionar energía necesaria para realizar las actividades del día”, expone.
Propuestas para desayuno y merienda: Lácteos (leche y derivados), hidratos de carbono complejos (panes integrales, galletitas de arroz) y vitaminas (frutas enteras o jugos sin agregado de azúcar).
Media mañana: Frutas enteras de estación (mandarina, naranja, pomelo, banana, frutilla) que son fuente de fibras, vitaminas resaltando la C y minerales. Ya sea en compotas, brochetas o en trozos.
Almuerzo y cena: Con presencia de carbohidratos en el plato: arroz, maíz, fideo, papa, mandioca son algunas opciones. Esto debe ir acompañado de una porción de proteínas como carne vacuna o pollo, pescado, huevos, y fibras que aportan los vegetales crudos y cocidos.
La bebida de elección debe ser el agua simple, aunque también se pueden preparar jugos naturales (sin azúcar agregada) o aguas saborizadas de manera natural.
Evitar la ingesta de calorías vacías, es decir, de aquellos productos que solo aportan calorías y pocos nutriente como los snacks (papas fritas, galletitas y golosinas), gaseosas y otros productos.
Se recomienda controlar la ingesta de alimentos azucarados o con alto contenido de grasas, especialmente si el niño o el adolescente está con sobrepeso u obesidad, informó el Ministerio de Salud.