En declaraciones públicas, Peña explicó que la lógica detrás de la política energética es clara: “El argumento es que Paraguay y Petropar, como empresa pública, quieren tener el combustible más barato. Obviamente competimos contra operadores privados que buscan que Petropar no baje el precio del combustible. Nosotros vamos a seguir haciéndolo, así como lo hemos hecho. Hemos bajado ya cerca de nueve veces el precio del combustible y lo seguiremos haciendo”, expresó.
El jefe de Estado insistió en que la empresa estatal tiene un rol estratégico en la regulación del mercado, ya que su capacidad de negociación permite obtener precios más competitivos en la importación de derivados del petróleo. “Nuestro objetivo es comprar combustible barato para que podamos bajar el precio al consumidor, al trabajador, y también para los productos que se cargan en las góndolas, que dependen directamente del costo del combustible”, remarcó.
Peña recordó que la reducción de precios beneficia no solo a quienes cargan sus vehículos, sino también al transporte público, la logística de distribución de alimentos y la producción nacional en general. “El combustible barato es un factor que se traduce en un alivio directo para la economía de las familias y un estímulo para la competitividad del país”, señaló.
Ante la consulta sobre nuevas reducciones de precio, el presidente transmitió optimismo: “Claro, sin lugar a dudas. Seguiremos haciendo todos los intentos para bajar el costo y trasladar ese beneficio a la gente














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