El pasado 12 de julio de 2024, Paraguay se unió a un grupo de Estados de diferentes regiones en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU para votar en contra de los currículos de «educación integral en sexualidad» (ESI/EIS). Esta votación se llevó a cabo en el contexto de una enmienda crucial a un proyecto de resolución titulado «Eliminación de todas las formas de discriminación contra las mujeres y niñas», presentado por México y Chile en la 56ª sesión del Consejo.
Paraguay y otros países decidieron reemplazar la mención de «acceso universal a ESI/EIS» por una referencia a la educación sobre salud sexual y reproductiva. Esta decisión buscaba alinear el lenguaje del proyecto con el acordado por la Asamblea General de la ONU desde 2017, enfocándose en una educación sexual y reproductiva científica y culturalmente apropiada, que respete el rol de los padres en la educación de sus hijos.
La enmienda propuesta pretendía asegurar que la educación en salud sexual y reproductiva fuera adecuada para la edad, relevante para los contextos culturales, y que la información fuera proporcionada con la orientación adecuada por parte de los padres, en consonancia con las capacidades en evolución del niño, de acuerdo con las obligaciones de los Estados bajo el Artículo 5 de la Convención sobre los Derechos del Niño.
El resultado de la votación reflejó una creciente oposición a ESI/EIS en la ONU. Diecinueve países votaron a favor de la enmienda, un número mayor comparado con años anteriores. En 2017, solo 13 países votaron en contra de ESI/EIS, cifra que aumentó a 16 en 2022 y ahora a 19.
Durante las negociaciones, México y Chile fueron instados repetidamente a volver al consenso y reemplazar ESI/EIS con el lenguaje previamente acordado, pero se negaron, lo que llevó a otros Estados a solicitar una enmienda.
La oposición a ESI/EIS se basa en la percepción de que la Guía Técnica Internacional sobre Educación en Sexualidad, promovida por varias agencias de la ONU, no fue mandatada por los Estados miembros ni desarrollada a través de negociaciones intergubernamentales. Además, algunos Estados consideran que la guía promu














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