El mandatario argentino señaló que hace décadas el Paraguay eligió abrazar las ideas de la libertad y, como consecuencia, logró que la inflación fuera cosa del pasado, además de mantener un crecimiento sostenido durante los últimos 20 años. “Gracias al régimen de maquila, supieron potenciar su industria local, incrementando las exportaciones y generando empleos genuinos. Su experiencia demuestra que cuando las regulaciones acompañan, los impuestos no ahogan y el comercio fluye, se crean más bienes y servicios de mejor calidad a mejores precios”, resaltó.
El presidente argentino inició su discurso recordando a Charlie Kirk, activista de derecha estadounidense, asesinado la semana pasada, a quien calificó como “uno de los mejores divulgadores de las ideas de la libertad, un referente que nunca le dio la espalda al debate abierto”. “Su muerte no debe paralizarnos; tenemos la obligación de seguir al frente y no claudicar en la batalla por las ideas. Tarde o temprano, el bien y la verdad triunfarán”, expresó.
Afirmó asimismo que le puso “muy contento” estar en el encuentro, y que le alegra que CPAC, “la cumbre derechista más importante del planeta”, haya llegado a Paraguay. Dijo que espero que pronto esté presente en toda Sudamérica, dando la batalla cultural a lo largo y ancho del continente. Recordó que en Argentina comenzaron a celebrar la cumbre el año pasado, en una jornada histórica para las ideas de la libertad en su país, “que esperamos repetir o incluso superar”.
ARGENTINA, “TODO LO CONTRARIO”
Al hacer una comparación con el manejo de la economía paraguaya, Milei manifestó que en Argentina, a pesar de estar a una frontera de distancia, durante los últimos 20 años “hicimos todo lo contrario: montamos un Estado elefantiásico, con gasto público enorme; tomamos deuda que luego defaulteamos (impago de deuda); al perder crédito, emitimos pesos sin control para financiar ese gasto. A esto se sumaron expropiaciones sin sentido, corrupción en la obra pública y un sinfín de calamidades, volviendo imposible crecer como país”.
Añadió que Milton Friedman solía decir: “Primero los datos”. En ese sentido, indicó que entre 2012 y 2024, Paraguay creció a una tasa anual compuesta del 3,1%, mientras que Argentina decreció al 0,1%. “En términos per cápita, estamos casi un 15% abajo: un retroceso aterrador. Cuando llegamos al gobierno, la pobreza —corrigiendo los controles de precios y sincerando variables— era del 57%. La inflación corría al 1,5% diario y había graves problemas financieros en el Banco Central y el Tesoro, con un déficit fiscal consolidado del 15% del PIB. Además, desperdiciamos oportunidades históricas, como nuestra oposición al ALCA en 2005, el mayor acuerdo de libre comercio de la región”, lamentó.
HACE DOS AÑOS LA GENTE “DIJO BASTA A LA MISERIA”
Señaló que, no obstante, hace dos años, los argentinos decidieron cambiar: eligieron decir basta a la miseria y, en diciembre de 2023, votaron a un presidente “liberal libertario” para impulsar una profunda reforma. Acotó que gracias a ese mandato pusieron en marcha un plan de orden fiscal, monetario y cambiario que empezó a dar frutos. “Ordenamos las cuentas del Tesoro en el primer mes y las del Banco Central a mitad de año, frenando la emisión”, detalló.
Agregó que también realizaron cerca de 9.000 reformas estructurales, pasando de estar al borde de la hiperinflación, con 1,5% de inflación diaria, a 1,5% mensual. Reconoció que el impuesto inflacionario, uno de los más regresivos, dejó de ser un flagelo. “Esto, junto con los mecanismos de contención social y la recuperación de la economía, mejoró los salarios reales: la pobreza bajó del 57% al 30%, sacando a 12 millones de argentinos de la pobreza y a 6 millones de la indigencia. Somos el primer gobierno en 123 años con déficit cero después de intereses”, destacó.
ADICCIÓN AL GASTO PÚBLICO: RAÍZ DE TODOS LOS MALES
Seguidamente comentó que su Gobierno ha comprendido que el déficit fiscal —resultado de la adicción al gasto público— es la raíz de nuestros males. Como Paraguay, entendimos que equilibrar las cuentas es la base de cualquier cambio genuino. Dijo que ningún proyecto puede sostenerse gastando más de lo que recauda. “Cada intento en esa dirección terminó en catástrofe, como demuestra nuestra historia reciente. Argentina aplicó durante décadas la receta keynesiana de déficit, manipulación monetaria y controles, transformándose de país desarrollado en subdesarrollado”, aseveró.
En cambio, aseguró, que el modelo que lleva adelante su gobierno “se inspira en las ideas de la libertad que hicieron grande a Occidente y cimentaron nuestra Constitución, conduciéndonos a la era dorada a principios del siglo XX”. Siguiendo la definición de Alberto Benegas Lynch (h), Milei afirmó que el liberalismo es el respeto irrestricto del proyecto de vida del prójimo, basado en el principio de no agresión y en la defensa de la vida, la libertad y la propiedad, siendo sus instituciones la propiedad privada, los mercados libres y competitivos —no en el sentido neoclásico, sino en la lógica de los mercados disputables—, y la cooperación social derivada de la división del trabajo.
POLÍTICA BASADA EN CRITERIOS ÉTICOS Y MORALES
Añadió que su política se basa en criterios morales, en la búsqueda de que la Argentina sea “el país más libre del mundo, porque la libertad trae prosperidad”. “Tomamos decisiones con un marco ético claro. Por ejemplo, al asumir, el Banco Central tenía un déficit cuasifiscal de 10 puntos del PIB y existía un cepo cambiario que perseguía a quienes transaccionaban libremente. Esos controles destruían riqueza: quien mantenía sus ahorros en pesos veía cómo se esfumaban frente al dólar. Decidimos sanear el balance del Banco Central y liberalizar el mercado de cambios. Con apoyo del FMI, reestructuramos pasivos, cambiamos acreedores y terminamos con la estafa inflacionaria. Contra todo pronóstico, levantamos el cepo, porque era lo correcto. Nos falta mucho, pero saben que siguiendo valores éticos y morales correctos, la Argentina volverá a ser grande.
NO EXISTEN TERCERAS VÍAS
Finalmente, advirtió que “no existen terceras vías”, porque cualquier opción moderada es funcional al sistema decadente. “Como explicó Ludwig von Mises en Intervencionismo: el mito de la tercera vía, solo existen el capitalismo de libre empresa o el socialismo real; cualquier solución intermedia deriva en socialismo y, por ende, en pobreza. No hay camino moderado entre superávit y déficit, ni entre un Estado limitado y uno sobredimensionado, que todo lo hace mal”, subrayó.














Dejá tu comentario