El encuentro, organizado por la OLADE y financiado por la CAF – Banco de Desarrollo de América Latina y el Caribe, ha buscado avanzar en estudios técnicos, normativos, financieros y de infraestructura relacionados con el gas natural, considerado clave para la integración energética.
Al respecto, el viceministro Bejarano explicó que, si bien inicialmente Paraguay recibirá gas desde Vaca Muerta (Argentina), su objetivo también es desarrollar en el futuro pozos propios que permitan “fluir gas natural paraguayo”, para su uso propio y para exportación. Para ello, destacó la necesidad de contar con marcos normativos claros que impulsen inversiones y hagan realidad este proyecto.
Además, subrayó la importancia de armonizar las normativas entre los países del Mercosur y Chile, de manera a facilitar inversiones y garantizar proyectos conjuntos en materia energética. El viceministro valoró el carácter técnico de las reuniones en Asunción, donde se generaron espacios de debate que fortalecen el camino hacia una mayor integración energética regional, con Paraguay como actor protagonista en el ámbito gasífero.
“MÁS QUE UN DESEO, UNA “NECESIDAD”
Las conclusiones del foro “Integración Gasífera en el Mercosur + Chile”, realizado recientemente en nuestra capital, destacan el rol protagónico del gas natural en la sostenibilidad energética paraguaya y la transición hacia matrices más limpias y la integración regional. Señalan que el tema ha pasado de ser un “deseo” a una “necesidad”, cuyo impulso necesita de voluntad política, armonización jurídica y financiamiento.
En cuanto a las perspectivas a mediano plazo (2025-2035), se espera un “aumento significativo” en la demanda regional de gas, especialmente para generación eléctrica, incluso en escenarios con mayor penetración de renovables. Sobre el punto, indica que la producción de gas en el Cono Sur podría crecer de manera sostenida, con énfasis en la optimización de flujos comerciales y la construcción de infraestructura clave, como gasoductos bioceánicos y conexiones eléctricas transfronterizas.
Esto incluye la evaluación de marcos regulatorios para facilitar transacciones más fluidas y predecibles, reduciendo barreras en la cadena de valor (exploración, transporte y comercialización).
Las proyecciones indican que la producción de gas en la región podría más que duplicarse para 2040, impulsada por expansiones en Argentina (Vaca Muerta) y Brasil, alcanzando alrededor del 20% de la matriz energética regional para 2050, incluso en escenarios de neutralidad de carbono. Esto requeriría inversiones en nuevos ductos, licuefacción y producción de urea, junto con una mayor interconexión eléctrica para optimizar recursos.
En ese sentido, señala que la integración gasífera fomentaría matrices más competitivas, resilientes y diversificadas, combinando gas con renovables para cumplir metas de desarrollo sostenible y descarbonización. El foro resaltó la necesidad de políticas comunes para enfrentar la creciente demanda global y regional, promoviendo una transición justa que incluya al sector privado en acuerdos a largo plazo para un suministro estable.