Héctor Rubín, director de la Dirección de Defensa, Salud y Bienestar Animal, explicó que la normativa introduce niveles de maltrato clasificados como leves, graves y muy graves, previendo penas de hasta siete años de prisión en casos de ensañamiento comprobado.
El proyecto también aborda la educación como pilar fundamental, proponiendo la inclusión de contenidos sobre bienestar animal y respeto hacia los animales en los programas escolares.
Según Rubín, estas enseñanzas impactarán positivamente en la formación de los niños, fomentando actitudes responsables y respetuosas desde temprana edad.
Entre las iniciativas más destacadas, se encuentra la creación de un Centro de Atención Sanitaria de Animales, que ofrecerá servicios veterinarios accesibles para personas de bajos recursos y colaborará con albergues y refugios.
Además, se plantea la implementación del primer Banco de Sangre de Animales en Paraguay, junto con un Registro Nacional de Agresores de Animales (Ragan), que permitirá identificar a los responsables de actos de maltrato.
