La operación, que contó con el acompañamiento del fiscal interino Carlos Ramírez y su equipo del Ministerio Público, surgió de investigaciones que revelaron que la droga producida en esta región tenía a Argentina como su principal mercado de destino. Tras labores exhaustivas en la zona, se alcanzó la erradicación completa de los cultivos y la destrucción de los productos ilícitos procesados.
El impacto de este operativo va más allá de lo ambiental, ya que representa un golpe económico significativo al narcotráfico, estimado en 720 mil dólares.
Este tipo de acciones no solo buscan proteger los recursos naturales, sino también frenar las actividades ilegales que afectan a la región y a los países vecinos, reafirmando el compromiso de la SENAD y el Ministerio Público en la lucha contra el crimen organizado.
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