En una acción conjunta entre la Secretaría Nacional Antidrogas (SENAD), la Dirección Nacional de Ingresos Tributarios y el Ministerio Público, se llevó a cabo la incineración de una importante cantidad de cocaína decomisada en el puerto privado Caacupemí.
El procedimiento contó con la presencia del agente fiscal Alejandro Cardozo y el juez penal especializado en crimen organizado, Osmar Legal, además del titular de la SENAD, Jalid Rachid, quien supervisó personalmente la operación. Aunque las autoridades disponían de un horno para estos fines, optaron por utilizar un pozo especialmente preparado para la ocasión, asegurando así la correcta destrucción de la droga.
Jalil Rachid, al frente de la SENAD, destacó la urgencia en la destrucción de la carga, enfatizando los riesgos asociados a su almacenamiento prolongado en la base operativa de Asunción. La cocaína, camuflada hábilmente en bolsas de azúcar dentro de contenedores con destino a Amberes, Bélgica, fue interceptada gracias a un meticuloso trabajo de inteligencia y coordinación entre las instituciones mencionadas.
La operación Dulzura representa un golpe significativo al tráfico de drogas, subrayando el compromiso del país en la lucha contra el narcotráfico y la criminalidad organizada a nivel internacional.
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