El emprendimiento con participación de 16 internas y 15 funcionarias penitenciarias es posible gracias a la iniciativa conjunta promovida por la directora del penal Lourdes Centurión y la coordinación de los trabajos por la directora del Centro de Educación Media para Personas Jóvenes y Adultas N° 138 San José dependiente del MEC, Wilfrida Cristaldo.
La donación de los aceites residuales es una contribución de La Casa Chill Out Bar, Bloque “T” Bar, Pastelería del Barrio Chiquito, Jorge Lomi junto a otras personas del sector privado y funcionarias penitenciarias que realizaron la recolección de aceites residuales en sus comunidades.
Familias que viven en condiciones muy precarias de la Comunidad Sander ubicada en Barrio Jara, el Bañado Norte cercano al Botánico al igual que el barrio San Miguel Guerrero camino al Mbiguá perteneciente al Centro Municipal N° 7, recibirán estos artículos de primera necesidad con el objetivo de paliar en alguna medida las dificultades por las que atraviesan.
“Queremos llevar una sonrisa en particular a los rostros de los más vulnerables con estos productos de limpieza aprendidos dentro del programa de reinserción del Ministerio de Justicia; una manera en que las mujeres privadas de libertad quieren resarcir a la sociedad por los daños ocasionados”, esbozó Centurión al frente de la institución.